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  • Foto del escritorNacho León

'Yo solo vine a ver el jardín': Subversión sexual de ayer y de hoy


Fotografía de Elvira Casalins

Feliciana Enríquez de Guzmán fue una dramaturgia sevillana del Siglo de Oro español. Solo se conserva una pieza suya, la Tragicomedia de los jardines y campos sabeos, primera y segunda parte, con diez coros y cuatro entreactos. Se considera a Feliciana, por su estilo e ideas, una defensora de los cánones clásicos del teatro, tanto que en el prólogo de su obra llega a expresar su oposición frontal a Lope y su nuevo estilo de hacer teatro para el vulgo, plasmado en su famoso Arte nuevo de hacer comedias. Sin embargo, este espíritu clásico, no impidió a esta dramaturga ser una transgresora y adelantada a su tiempo. Es en los entreactos de su Tragicomedia en los que Feliciana nos propone una subversión de los roles género, una apología de las relaciones poliamorosas, y un desfile de personajes deformes y esperpénticos. Y son precisamente estos entreactos rompedores los que sirven a Colectivo Amor&Rabia como punto de partida para llegar a Yo solo vine a ver el jardín, fiesta erótico lúdica de celebración del cuerpo y el sexo.


Carla Nyman desde la dirección sabe aunar de forma brillante todos los recursos de la puesta en escena. Partiendo de una dramaturgia aparentemente sencilla, pero que navega entre diferentes lenguajes narrativos y estilísticos, Nyman consigue un espectáculo que fluctúa en el alambre entre lo (pretendidamente) naif y lo salvajemente erótico. Un juego de contrastes divertido a la par que perturbador, que mantiene al espectador en constante alerta y expectación. La directora, juega hábilmente con los ritmos para generar sensaciones encontradas en el público, oscilando entre lo poético y lo macarra, empastando a la perfección las luces, el sonido, y unos audiovisuales muy presentes que confieren un empaque rotundo a toda la propuesta.


Pero esta propuesta, magníficamente planteada desde la dirección, cobra plena vida en el cuerpo, la voz y la energía de su actriz, Lluna Issa Casterà. Su interpretación resulta magnética. Es imposible apartar la vista mientras evoluciona por el escenario. Lluna Issa se funde con el espectáculo, desparramando todas sus dotes artísticas, vocales, físicas, en un despliegue de recursos apabullante. La actriz se come la escena, atrapándonos desde el primer minuto, derrochando inocencia y sensualidad, desparpajo, energía y potencia escénica, firmando una actuación redonda en un montaje que parece (y quizás lo sea) hecho a la medida exacta de su intérprete.


Asimismo, el diseño de luces es espectacular. Elvira Casalins aprovecha todas las posibilidades de un espacio escénico ya de por sí sugerente para terminar de darle cuerpo, elevarlo o empequeñecerlo, en un diálogo fluido con la actriz, la dramaturgia y el espacio sonoro. Unas luces vivas, que gritan y susurran, que abrazan y golpean. Y al mismo nivel se sitúa el diseño de sonido de José Pablo Polo y la propia Lluna Issa Casterà, un sonido medido, inmersivo, estimulante y provocador, que encaja y funciona como un reloj a la par que el resto de elementos de la puesta en escena.


Yo solo vine a ver el jardín es un espectáculo para todos los sentidos, erótico y gamberro, reivindicativo y luminoso. Es una pieza que no deja indiferente, agitadora y transgresora, que explora los límites de la incomodidad y las posibilidades de la fusión de lenguajes. Es un trabajo fino, compacto y muy completo. Un gusto para el espectador ávido de experiencias diferentes.


YO SOLO VINE A VER EL JARDÍN

INTÉRPRETE: Lluna Issa Casterà

DIRECCIÓN Y DRAMATURGIA: Carla Nyman

HOMBRES: Nacho Aldeguer, Mariano Estudillo, Javi Lara, Juan Maroto, Agustín Mateo, Jose Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y Ferran Herrera

PRODUCCIÓN: Mar García y Lluna Issa Casterà

AUDIOVISUALES: Micaela Portillo

DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Elvira Casalins

MÚSICA, COMPOSICIÓN Y MEZCLA DE SONIDO: José Pablo Polo y Lluna Issa Casterà

DISEÑO DE CARTEL Y FOTOGRAFÍA: Dani Jaén

AGRADECIMIENTOS: Paola De Diego. Con la colaboración de Medialab y Teatro Kamikaze

NAVE 73. MADRID


Visto el 24 de abril de 2022


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