Érase una vez, un barrio que brotaba de la pendiente del volcán de una isla. En ese barrio, dos niñas. Y, en esta obra, su historia.
Panza de Burro, nacida en canarias de la mano de Andrea Abreu como una novela y llevada a la escena por la compañía canaria Delirium Teatro, nos ofrece un relato costumbrista, de apenas antes de ayer en el tiempo.
Con una amalgama de recursos y de formas de narrar nos adentramos en Tenerife, en un barrio situado en la ladera del volcán, en el que ocurre la amistad de la protagonista y narradora, con su mejor amiga, Isadora, a la cual idolatra.
Gracias a una dramaturgia sabrosa nos introducimos en las escenas, casi engullidos por la naturalidad que desprende el texto. La jerga propia de la gente canaria inunda el teatro y, sin darnos cuenta, estamos junto a los personajes como una niña más. Observando, cómplices. El Messenger, el barrio como sitio de juego y exploración, las amistades, las rivalidades y los sueños de, algún día, poder salir de allí para ir a un sitio mejor son los elementos que atraviesan a las dos protagonistas. Sin embargo, hay un tercer personaje principal, que es la ladera, que se ve representada por una tarima inclinada que ocupa casi todo el escenario. La escenografía, minimalista, se compone de unos pocos objetos, siendo la imaginación del espectador la que descubre lo que son, dándonos la oportunidad de hacer ese mundo más nuestro.
Todo este ambiente de barrio, con sus matriarcas abuelas, el aburrimiento del verano, y la exploración propia de la edad, se ve apoyado por varios elementos. La proyección de imágenes en movimiento o fragmentos de telenovelas que refuerzan una situación o una emoción enriquecen la experiencia del relato, completándola. La música, constituida por una adaptación de la suite Tierra y Sal de julio Tejera, resulta una elección más que apropiada, dotando a la obra de una magia que bien nos puede recordar a la que presenta la película Cinema Paradiso. El diseño de luces resulta delicioso y bien elegido, reforzando las intenciones que busca el director de la obra, Severiano García.
Rodeada y complementada por varios recursos teatrales, como las máscaras o la pluralidad de personajes por actor, e incluso el humor, que podemos encontrar también en escenas crudas, esta obra apoya un gran porcentaje de su peso en la capacidad actoral de los intérpretes, que se desenvuelven en el texto con la espontaneidad y organicidad con que un niño colorea un cuaderno: sin miedo y habitando el presente con plenitud.
Este es un viaje hacia y desde un día a día común. Hacia los sueños y las primeras veces. Hacia los anhelos y los daños. Desde las emociones primeras. Desde la ternura, la traición, la pérdida y el amor.
Si pudiera repetir la experiencia, lo haría mañana mismo. Mientras tanto, la novela será, seguro, otra exquisita forma de vivir de nuevo esta aventura.
PANZA DE BURRO
Autoría: Andrea Abreu
Adaptación: Delirium Teatro
Espacio escénico y dirección: Severiano García
Ayudante de dirección: Laura Reyes
Elenco: Silvia Criado, Delia Santana, Soraya González del Rosario, Delia Hernández y Javier Socorro
Director musical y compositor: Julio Tejera
Diseño de Vestuario: Héctor León
Diseño de iluminación: Carlos Ramos
Producción audiovisual: Recursos Producciones S.L.
Diseño de imagen: John P. Cruz
Técnicos de iluminación y sonido: Carlos Ramos y Grace Morales
Comunicación: Nereida Alonso
Producción: Soraya González del Rosario
Ayudante de producción: Berrie Miravalls
TEATRO DEL BARRIO. MADRID
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