Una luna llena en el suelo, o tal vez el planeta tierra, envuelta en un cuadrado limitado por cuatro farolas. Este es, en la sala Cuarta Pared, nuestro escenario; donde ocurre el cuento.
Así lo llaman los propios intérpretes: “esto es un cuento”, y el otro le rebate “no es un cuento porque está pasando”. Con cinco artistas interpretando el todo, tanto personajes como siendo meramente transmisores de las ideas, de las emociones a producir en ti, esta obra se desarrolla como una danza que, una vez empieza, no para ni un minuto. Ralentiza en momentos oportunos para dejar que se asiente, como plumas que volaban en nuestro interior, la vorágine de su ritmo ágil, pero nunca llega realmente a frenar. Te ofrecen bocanadas frescas cuando estabas a punto de sentir que te faltaba el aire.
Varios cuentos se entrelazan, intercalándose unos con otros, sin ser continuos. Unos más largos que otros, van contando pequeñas cotidianidades que nos ocurren en este mundo occidental y sin freno. El sexo, pero el que nace de un acuerdo económico, o el instante de un enamoramiento, la relación entre dos empleadas, o la injusticia en el ámbito laboral son ejemplos de las fábulas que acontecen aquí.
En varias de las escenas se puede apreciar un recorrido emocional muy bonito y veraz que hace cruda a la escena. Cruda en el sentido de real, viva, sin cocinar ni condimentar. Es esto lo que me confirma que la dramaturgia, la dirección y la interpretación están combinadas con mucha delicadeza y dando un resultado armónico, ya que desaparecen a mis ojos, y de pronto me veo a mí observando lo que perfectamente podría estar ocurriendo en alguna casa, en algún lugar del mundo, en este mismo momento (como ellos mismos nos comparten).
Los recorridos de la obra, desde los más breves a los más extensos, resultan verdaderos. La dramaturgia es una mezcolanza de datos, poesía, y ficción. Repetición y danza, siempre entintados de emoción. ¡Claro, es teatro! Datos de nuestro mundo, nuestro universo, contados con la espontaneidad con que un artista de calle te mostraría su improvisación, y que nos conectan no solo a nosotros como espectador individual con la obra, sino, también, con los demás espectadores y con los propios actores como seres humanos independientes de su oficio.
Las actuaciones son la miel en la manzanilla. El chorrito de leche del cortado. La sal, el vinagre y el aceite en la ensalada. O sea, lo que hace que toda la estructura y los demás complementos de la propuesta, como son las luces que nos guían por el espacio y las escenas, la música que suena ambientando la velada o el vestuario, manchado de galaxia, queden, por fin, completos. Cerrados. Como el círculo de una luna llena perfecta. En general se percibe equilibrado el talento entre los 5 intérpretes, los cuales se desenvuelven naturalmente en las relaciones que se van generando en cada rama del cuento.
Particularmente resulta atractivo el juego de transiciones que hay en la propuesta, siendo algunas de ellas con movimientos envolventes que no siempre terminan cuando empieza la escena, sino que se van difuminando mientras la misma se desarrolla, o, por ejemplo, un maravilloso spoiler de lo que vendrá después, despertando tu imaginación en segundo plano mientras la obra continúa.
Esta obra podría ser una pequeña ciudad de la sierra en la que acontece la vida con todos sus matices. Ocurre en el universo y como el universo, representando energías y patrones presentes ya sea en la galaxia más grande o en la relación humana más íntima. Estar presente en este espectáculo fue contemplar la ficción y la verdad a la misma vez. Yo salí agradecida.
TODAS LAS CASAS Dirección: Aldara Molero Dramaturgia: Aldara Molero y Natalia Mariño Ayudante de dirección: Beatriz Rivas Interpretación: Efraín Rodriguez, Lucía Sánchez, Adriá Olay, Rebeca Hernando y Abraham Arenas Vestuario y escenografía: Berta Navas Sonido y audiovisuales: Kevin Dornan Diseño de iluminación: Nuria Henríquez Fotografía: La Megías Fotos Grabación y edición de vídeo: Javier Sánchez-Guerrero Diseño de cartel: Irene Glez Lara (Verde Pistacha) Producción, distribución y comunicación: Cuarta Pared SALA TEATRO CUARTA PARED. MADRID
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