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Foto del escritorNacho León

'Yo quiero ser Nomi Malone': ¿Y tú?


Yo quiero ser Nomi Malone
Fotografía: Marie Delgado

Ver la película Showgirls en 2021 supone todo un choque emocional, intelectual, y cultural. Identificarnos con un personaje como el de su protagonista, Nomi Malone, con sus contradicciones y sus estridencias extremas, dejarnos llevar por la atmósfera del filme, tan glamurosa como excesiva, tan despampanante como casposa, tan kitsch… no resulta sencillo. Pero en cierto modo, acaba siendo inevitable. Quizás por todo ello, y a pesar de las feroces críticas recibidas en su época, Showgirls se ha convertido en una película de culto y todo un icono para parte de la comunidad LGTBIQ+.


Yo quiero ser Nomi Malone es una revisión contemporánea de la ya mítica película de Paul Verhoeven. Una revisión en forma de pieza desenfadada, gamberra, vitalista, macarra, divertida y con fondo. No rehúye la reflexión, la crítica y autocrítica, el debate y el posicionamiento, pero sin adentrarse en terrenos espinosos ni tortuosos de reflexión sesuda. Al revés, la viste de gala, le pone tacones y uñas postizas, y la recubre de purpurina. Mensaje a golpe de caderas y eye liner. De pelucas y mucho sentido del humor.


Yo quiero ser Nomi Malone tiene momentos para todos. Momentos poéticos, crudos, festivos, alegres, reflexivos, impactantes, descarados, sensuales, eróticos, reivindicativos… Y todo ello desde la sencillez. Con un espacio escénico casi desnudo, solo con unos pocos elementos que sirven a los intérpretes como catalizadores de su trabajo, como pequeños trampolines sobre los que construir y transitar. Mención aparte merecen las proyecciones, auténticas piezas de videoarte kitsch, compendios de cultura popular y auténtico hilo conductor del espectáculo.


Pero sin duda, el gran atractivo del espectáculo es ver en escena a los dos artistas, Antonio L. Pedraza y Álvaro Prados, ambos creadores e intérpretes de la pieza, que despliegan todas sus artes a lo largo del montaje. Ambos, artistas multidisciplinares, despliegan todo su repertorio escénico sobre las tablas. Cada uno, desde una sinceridad absoluta, y una honestidad que se agradece, aprovecha sus armas. Derrochan vis cómica, bailan, se desnudan (real y metafóricamente), debaten, se ríen de ellos mismos, se emocionan, juegan con el público en todo momento… Hay verdad en todo lo que hacen. Rompen la separación entre actores y espectadores. Te acogen. Les acompañas. Compartes. Compartimos.


Queda la duda sobre cómo recibirá la obra un público que no haya visto previamente la película en la que está inspirado el montaje. La incógnita ante si podrían disfrutar del espectáculo en toda su dimensión. Sin embargo, Showgirls no es más que un medio, un motor dramatúrgico y estético para un proceso de investigación en el que reflexionar sobre la construcción de la identidad en el mundo queer, sobre las negaciones hacia uno mismo, nuestras contradicciones, miedos y autocensuras. Del trabajo para la aceptación de una misma, tal y como es. Yo quiero ser Nomi Malone, crea un espacio en que sentirse seguro, no juzgado, y en el que cualquier persona podría verse identificada o reflejada. ¿Y quién no lo necesita?


YO QUIERO SER NOMI MALONE

Coreografía e interpretación: Antonio L Pedraza & Álvaro Prados

DT ESPACIO ESCÉNICO. MADRID


Visto el 26 de junio de 2021




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