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Luis Fernando de Julián: "El teatro debería estar en las aulas"


Luis Fernando de Julián

Entrevista a Luis Fernando de Julián, profesor de Dramaturgia en las III Jornadas de Formación Escénica Cuenca a Escena, que se celebran en la capital conquense del 4 al 7 de septiembre.


Luis Fernando de Julián (Madrid, 1977), autor prolífico y multipremiado, repite por tercer año como profesor de dramaturgia en las Jornadas Nacionales de Formación Escénica Cuenca a Escena, que se celebran del 4 al 7 de septiembre en la capital conquense. Este escritor, incluido en el año 2010 en el grupo -14 voces emergentes del teatro español actual- por el catedrático John P. Gabriele ha firmado en torno a una treintena de obras teatrales, muchas de las cuales han sido publicadas y han triunfado en distintos certámenes literarios. Fue precisamente a su victoria en el Certamen de Textos Teatrales Cuenca a Escena, organizado por Palanka Teatro, lo que motivó a esta compañía a ficharle como profesor de dramaturgia de estas jornadas formativas. Es el único docente que ha estado en las tres ediciones y tiene alumnos que se han matriculado en todas. Este año su taller lleva el sugerente nombre de Personajes que construyen.


Este año ha añadido algún premio más a su extenso palmarés. En primer lugar, ha ganado el certamen de la Asociación de teatro para la infancia y la juventud (Assitej) con El estómago de la ballena.

En las jornadas de 2018 estuvimos hablando de cómo el dramaturgo se empeña en una idea y luego muta y hablamos de esta obra, que en aquel momento no estaba terminada del todo.


Al final al profesor también le acaban alimentando las jornadas.

¡Claro! Te hacen reflexionar más, darle una vuelta a todo y dedicarle un tiempo. Es un encuentro en el que te hacen preguntas que te hacen cuestionarte a ti cosas, eso es muy interesante.


El estómago de la ballena está pensada para un público joven. ¿Se siente cómodo trabajando para este tipo de lector?

El estómago de la ballena va a caballo entre el público infantil y el juvenil, lo que pasa es que me la jugué bastante e hice una obra que también podía ser para adultos. Tiene como capas, como si fuese un "photoshop" en el que unas están mezcladas con otras y no sabes cuál es la principal o la secundaria. Al final tiene una lectura si el público es infantil y otra si es adulto. Lo que valoró el jurado es que es arriesgado. Es algo que a veces queda mal pero en este caso funcionó y convenció al jurado. A mí me gusta escribir para niños y para jóvenes especialmente, porque tenemos mucho que aportar todavía. Hay que salir de ciertos convencionalismos y temáticas que están muy manidas y tenemos que arriesgar. Hay un campo muy grande para atreverse. Y hay que ver al niño y al joven como una entidad crítica, a la que no le vale todo lo que le contemos. Tenemos que ver si lo que le estamos dando algo que de verdad le interesa y no lo que nosotros creemos que le interesa. Es un terreno apasionante y siempre lo llevo paralelo a escribir para adultos.


Y así se crea cantera de lectores de teatro.

¡Bueno, eso ni te lo planteas! Al final es un acto egoísta, ponerse a prueba uno mismo. No sabes si ese niño o niña de diez años que te está leyendo seguirá haciéndolo cuando crezca. Pero el reto sí te lo planteas y te lanzas a ello.


Últimamente están surgiendo voces que reivindican el teatro como asignatura total que debería impartirse en los colegios. ¿Está de acuerdo?

A mí me parece que sí que debería estar y considerarse igual de importante que la historia y las matemáticas. Es un desarrollo muy holístico, que trabaja capacidades como la empatía, la imaginación, el trabajo en equipo, la responsabilidad, el proceso creativo, saber cuándo tus ideas no son las adecuadas, aceptar las de otras... No es que sea una herramienta o una materia, es que es una vivencia. Todo el que se ha subido a un escenario o ha trabajado en un grupo, me da igual que sea aficionado o profesional, sabe todo lo que se mueve y que se trabajan muchísimas cosas, no es solamente subirte al escenario a hacer un papel. El teatro es de personas y se trabajan muchísimas cosas, tantas que me parece muy interesante que estuviera en los colegios.


Luis Fernando de Julián

Volvemos a los premios. En el último año también ha sido uno de los ganadores del premio de dramaturgia José Sanchis Sinisterra.

Es un premio que se convoca en Atenas y en el que hay varios ganadores. Fue con Prohibido, una obra que escribí jugando un poco de nuevo con la idea de hacer un texto juvenil pero que a la vez llegara a adultos. Muchas veces cuando pensamos en jóvenes nos vienen a la cabeza chavales y chavalas de quince años y no es solo eso la juventud. Los que tienen veinte o veinticinco años también son jóvenes. Eso intenté yo en esta obra, que queda abierta para que con cuarenta o cuarenta y cinco también te puedas interesar en lo que estás mostrando. Es una distopía, entre comillas, porque en algunas partes del mundo pasa, en la que las mujeres tienen prohibidas muchísimas cosas. En este caso son tres chicas de trece años a las que no se le permite subirse a un columpio que está en el parque. A partir de ahí vamos a ver las tensiones que tienen entre ellas y las relaciones que tienen con sus madres y cómo asumen o ejercen cierta resistencia a todo lo que está sucediendo.


En lo que se refiere a nuevas publicaciones, además de El estómago de la ballena, ha salido una edición en México de su obra El filo de las mariposas.

Esta obra ganó el premio Cuenca a Escena y coincidiendo con el próximo Salón del Libro Teatral llegarán algunos ejemplares de esa edición mexicana a España, que es muy interesante porque forma parte de unos cuadernillos de dramaturgia internacional que se puede encontrar en muchos países, por lo que es un orgullo que sea uno de los que están publicados por nuestro país.


¿Alguna publicación más en el último año?

También salió la obra colectiva de piezas breves Un minuto de justicia, publicado por Ediciones Invasoras. La he vivido con un cariño especial porque dentro de los autores y autoras seleccionados hay dos alumnos de las Jornadas Cuenca a Escena, Gorka Garde y Ana Molina Arbide.


¡Es bonito ver que los alumnos empiezan a florecer!

¡Claro! Coincidir con personas con las que has estado en clase es una cosa muy bonita. Ves que todo lo que has estado hablando y reflexionando se materializa en un texto que llega a un puerto, no se queda encerrado en un cajón o en un disco duro.


Hay alumnos que se han matriculado en su curso en los tres años de existencia de Cuenca a Escena.

¡Creo que tengo que empezar a poner en mi currículum que tengo alumnos que repiten durante tres años seguidos! Eso me llena de orgullo y me hace pensar que no es solamente lo que cuentes, sino cómo lo cuentes. Hay un enganche que hace que la barrera alumno-profesor se difumine y se pierda. Luego seguimos en contacto más allá de las jornadas, me pasan textos que van escribiendo y me piden mi opinión y análisis. Así se va fraguando también una amistad, que es lo realmente interesante, que estemos conectados.


¿Cómo se siente en la labor de profesor de dramaturgia? Porque en realidad el primer año, en 2017, era también un novato y ahora este año también ha impartido otro taller en Ciudad Real.

Yo tenía experiencia dando clase para niños, jóvenes y adultos, pero siempre de interpretación y que acababan con una muestra final. También he dado cursos para profesores de teatro como eje conductor en el aula. Pero nunca había motivado a otros a escribir. Para mí es una experiencia enriquecedora, porque tienes que colocar tu cabeza en cómo y por qué haces tú las cosas cuando escribes, de tal forma que se lo puedas comunicar a otro y que él entienda ese universo personal tuyo y pueda acceder a él sin mapa. Eso requiere un esfuerzo pero tiene una recompensa grandísima, porque es el encuentro con el otro.


Luis Fernando de Julián

Este año pone el foco de su curso en el personaje.

Muchas veces las obras las empezamos teniendo muy clara la trama o el conflicto. En el proceso creativo es lo que más claro tenemos, de qué quiero hablar y cómo quiero hablar. Entonces al personajes le dejamos en un segundo plano, igual no le prestamos demasiada atención. Lo que quiero hacer en el taller es olvidarnos de ese tipo de proceso y buscar otro nuevo. Vamos a empezar elaborando el personaje, construyéndolo de una manera sólida y que realmente sea distinto a todos los demás personajes que ya están escritos o están por escribir. A partir de ahí vamos a situarlo en el centro de la obra y a partir de él vamos a desarrollar el conflicto y todos los demás personajes que puedan aparecer. No es una forma mejor o peor, es otra forma a la que no estamos acostumbrados. No suele ser el personaje en lo primero que pensamos y si lo hacemos es con cuatro pinceladas muy características y a partir de ahí echamos a andar. Vamos a dedicar mucho más tiempo a la construcción del personaje y a ponerlo a prueba y luego vamos a dejar que haga de catalizador que empiece a atraer personajes, esquemas y un montón de cosas más que no puedo desvelar...


Posiblemente es una de las mayores complicaciones a las que se enfrenta un autor, conseguir unos personajes que sean creíbles, que no sean planos.

Y sobre todo que sean únicos. Piensa en todos los personajes que lleva producidos la literatura universal en todos los palos: narrativa, teatro, poesía... Piensa en todos los que llevan el cine y la televisión y en los que están llegando con la explosión de series, producciones teatrales, novelas... La cantidad de personajes que ya están hechos es como un océano. Y nosotros queremos hacer uno y si no lo hacemos distinto se va a ahogar en ese océano de personajes. Vamos a descubrir cómo hacer nuestros personajes distintos a lo que está hecho y lo que está por hacer. Para que sean únicos, para que ese personaje no lo podamos olvidar tan fácilmente.


Su curso siempre está abierto a todo tipo de escritores, no solamente dramaturgos. En este caso todavía más, ya que todos los géneros y formatos cuentan con personajes.

Los dos cursos anteriores sí que estaban mucho más orientados a la escena, no eran tan incisivos. Pero todo lo que vamos a ver sobre la construcción del personaje se puede llevar también al terreno de la negativa o del guion. Simplemente es adecuar dos o tres cositas para que en su medio se puedan desenvolver mejor. Creo que este es el curso más abierto a otras disciplinas, sin dejar de pensar que estamos hablando de teatro.


Hay que terminar mandando ese mensaje que a usted siempre le gusta subrayar en sus cursos: el teatro también se lee.

¿Por qué es importante leer teatro? Cuando vamos a ver teatro estamos viendo la interpretación que un director o directora hace sobre un texto y seguramente nos va a gustar. ¿Pero por qué vamos a quitarnos la opción de hacer nuestra interpretación sobre ese texto? Para eso se lee teatro, para que podamos hacer esa interpretación de lo que estamos leyendo. Una no excluye a la otra. Por eso digo que el teatro se lee y el teatro también se escribe. Parece que es minoritario, cada vez que sale la palabra literatura pensamos en la novela, pero hay más cosas y el teatro es una de ellas. Por eso animo a las generaciones actuales y venideras a seguir escribiendo teatro.


Y quizás animar también a las compañías a arriesgarse a poner en escena teatro contemporáneo.

Si uno pretende moverse en un medio, tiene que conocerlo. Si yo quisiera ser periodista tendría que saber qué diarios existen, quienes son las personas que más artículos generan, cómo se mueven las opiniones... Con la dramaturgia pasa lo mismo. Cuando uno quiere ser dramaturgo comienza leyendo los clásicos y eso está muy bien, porque es la base de la que ha salido todo, pero no olvidemos que también tenemos que conocer la actualidad del medio en el que nos queremos meter, saber qué se está viendo en los teatros y qué se está publicando: cómo son las estructuras, qué temas se están hablando, qué palos hay... Eso significa dedicarle un tiempo a ir al teatro y a leer. Afortunadamente tenemos en este país editoriales que publican teatro. No son muchas, pero las hay...


Todavía quedan plazas disponibles para el curso Dramaturgia: Personajes que construyen. Información e inscripciones en cuencaaescena@gmail.com, el teléfono 671390427 y el blog de Palanka Teatro. También puede seguir a Cuenca a Escena en las redes sociales.


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