En algunas ocasiones me he dormido en el teatro. Lo confieso. Siempre en contra de mi voluntad, por supuesto. Unas veces por cansancio extremo. Otras por extremo aburrimiento y desinterés. La guerra contra la caída de los ojos, encarnizada en múltiples ocasiones, ha resultado en derrota en unas pocas, no sin antes haber presentado toda la batalla que mi cuerpo me ha permitido. Por otro lado, he vivido como actor en las tablas la impresión de ver a gente dormida plácidamente en el patio de butacas, y debo admitir que no es una sensación reconfortante. Pero ante el empuje de Morfeo, ya sea por el cansancio del espectador, o por estar ofreciendo un espectáculo soporífero, poco pueden hacer los artistas. ¿O no?
[los números imaginarios], compañía capitaneada por Carlos Tuñón, nos invita a dormir en escena. Tal y como suena. No es una forma simbólica de hablar, ni un truco de marketing. Se anima al público a dormir durante la función. En tu propia butaca o tumbado en el escenario. A gusto del consumidor. Por supuesto, esta proposición no es aleatoria ni gratuita. Es fruto de la apuesta de la compañía por transgredir los límites del teatro. De su afán por investigar nuevos lenguajes, nuevas formas de relacionarse con el espectador, desde lo inmersivo e interactivo. Es [los números imaginarios] en estado puro.
Con La vida es sueño [el auto sacramental], la compañía se adentra en el complejo mundo del auto sacramental, género de nuestro teatro áureo de carácter religioso y espíritu alegórico. En este caso, se trata del auto de mismo nombre y autor que la gran tragedia calderoniana. Y lo hace, de una manera absolutamente libre y sin complejos. Tan libre que habrá muchos espectadores que se acerquen al Teatro de la Comedia, que se sentirán perdidos, o incluso engañados, pensando que se les está tomando el pelo. Porque es un espectáculo al que hay que llegar libre de prejuicios, con la mente abierta y ganas de vivir una experiencia. En La vida es sueño [el auto sacramental] no hay que ir a entender, porque de la obra original solo tendremos leves retazos. Hay que ir a sentir. A vivir. Y a dormir.
Porque lo más especial de este espectáculo es la vivencia. La comunión. El rito. El dejarse llevar por la atmósfera creada que nos remite al universo calderoniano, desde un espacio sonoro potente, siempre presente (en buena medida, a través de los cascos), que nos traslada al mundo de lo onírico, de lo ancestral, lo primigenio, lo alegórico, ese universo del auto sacramental tan alejado de nosotros a día de hoy. Y lo logran a través de una puesta en escena sobria, minimalista, a través de amplio elenco que acompaña al espectador durante todo el montaje, como maestros de ceremonias, en ocasiones como sombras, presencias y ensueños, y un diseño de iluminación protagonista, cuidado y medido, desde lo delicado y sutil.
Y de ensueño es la sensación con la que uno sale del teatro tras vivir La vida es sueño [el auto sacramental]. Sin tener muy claro qué acaba de suceder, pero descansado y reconfortado en cuerpo y espíritu.
LA VIDA ES SUEÑO [EL AUTO SACRAMENTAL]
Compañía: [los números imaginarios] ENSAMBLE Autor: Calderón de la Barca Dramaturgia: Gon Ramos, Luis Sorolla, Carlos Tuñón y el equipo del Ensamble Dirección: Carlos Tuñón Elenco: Paula Amor, Pablo Gómez-Pando, Irene Doher, Antiel Jiménez, Daniel Jumillas, Rosel Murillo Lechuga, Alejandro Pau, Gon Ramos, Patricia Ruz, el Primo de Saint Tropez, Nacho Sánchez, Irene Serrano, Luis Sorolla junto con el resto del equipo artístico. Producción: [los números imaginarios] Directora de producción: Rosel Murillo Lechuga Coord. Artística / Ayte. Dirección: Mayte Barrera Adjunta a dirección: Paula Amor Movimiento: Patricia Ruz Espacio y plástica: Antiel Jiménez Iluminación: Miguel Ruz Velasco Sonido y música: Nacho Bilbao Grabación voces: JUMI Vestuario: Paola de Diego Realización de vestuario: Marisa Sánchez Prácticas en espacio y vestuario: Carmen Flores Asesora de verso: Irene Serrano Asesor teórico: Sergio Adillo Audiovisual: Ales Alcalde Fotografía: Luz Soria Jefa técnica: Rocío Sánchez Técnico de sonido: Kevin Dornan Gráfica: Rodrigo Arahuetes Web: Quino Melguizo Jefa de prensa y redes sociales: Amanda H C (Proyecto Duas) Distribución: Caterina Muñoz (Caterina Producciones) Residentes: Navel Art
Comunicación: Amanda H C
TEATRO DE LA COMEDIA
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