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Foto del escritorCoral Ros

'La mujer buena': ¿El teatro no es espacio para la revolución pero es el origen de todo?

La mujer buena es el último espectáculo de la compañía Teatro Urgente escrito por Karina Garantivá y capitaneado en la dirección por Ernesto Caballero. En el reparto, la misma Karina Garantivá, acompañada de Nerea Moreno y Alberto Fonseca conforman los tres intérpretes. En él se plantean varias cuestiones como la nueva moral que se construye en las redes sociales y los reality shows por un lado y el arte del teatro desde dos puntos de vista distintos, por el otro.


La obra se vertebra en tres partes: el punto de partida congrega al espectador en un teatro convertido en estudio de grabación de un podcast en el que el discurso es muy claro, la televisión e internet han hecho posible la construcción de una nueva moral con leyes subyacentes al mundo real. El medio posibilita un funcionamiento amoral que se construye en pro del espectáculo con el acuerdo engañoso de la/el participante que entra en “el juego” casi sin darse cuenta.


El discurso queda reforzado con la llegada de un tercer personaje, una actriz que viene al teatro a actuar esa tarde y para su sorpresa, se ha convertido en un espacio alquilado para un negocio mucho más rentable de lo que viene siendo la representación de obras teatrales. En toda regla, una crítica al capitalismo y cómo el teatro corre el riesgo de quedar soterrado bajo otras actividades mercantiles más rentables que llevan años convirtiéndose en “el espectáculo de moda”.


Y es que Garantivá viene avisando de lo que será la segunda parte de la obra: la dificultad de levantar una producción teatral independiente, casi un trabajo de titanes donde si uno de los actores decide dejarlo, el “barco se hunde” por completo. Veremos un debate entre dos posiciones contrarias. Dos voces. Dos mujeres diferentes. Dos actrices en dos puntos vitales distintos. Una empresaria. Una empleada. El discurso dirigido por una madre autoproclamada feminista. El otro, por una emprendedora que lucha por levantar el difícil negocio teatral.


El lenguaje aquí utilizado, me parece de lo más interesante junto a las interpretaciones. Es un lenguaje literario, bello y asequible que entra en lucha dialéctica por defender verdaderamente lo que parecen ser reflexiones de una misma voz puesta en dos cuerpos distintos para conseguir dinamismo escénico. Este es el verdadero eje central en el que gravita toda la obra y del que quizás me quedo con ganas de que desemboque en cierta acción sin quedarse en lo meramente discursivo. Aunque reconozco que esto forma parte más bien de un gusto personal de estilo.


La tercera parte del espectáculo, la resolución de la obra, cierra con la despedida del tercer personaje, encarnado por Alberto Fonseca. Echo de menos entender su posición moral, la necesidad vital del personaje de manera algo más profunda como sí lo habían hecho los dos anteriores.


En general, la propuesta desprende una sensación de necesidad discursiva autoficcionada que por momentos destella en brillantes reflexiones. La inacción dramática consigue que el espectador quede anclado en un pesimismo dominante que personalmente creo, se contradice a lo que insiste Karina Garantivá: “el espacio teatral es el origen de todo”. Aunque con la lectura abierta que la pieza permite, también cabe pensar que tal vez esté todo brillantemente instrumentado por la dirección ya que esto mismo cobra especial coherencia si el espectáculo nos quiere decir todo lo contrario: lo necesario que es que el teatro tenga una misión revolucionaria, que sea detonante para la puesta en marcha y el movimiento agitador del conflicto dramático que el personaje de Garantivá niega en varias ocasiones.


Sea como fuere, salí de ver esta obra con una maravillosa sensación de reflexión introspectiva que me ha hecho plantearme muchas preguntas. ¿Qué más se puede pedir?



LA MUJER BUENA.

Dirección: Ernesto Caballero

Reparto: Alberto Fonseca, Karina Garantivá, Nerea Moreno Dramaturgia: Karina Garantivá Ayudantía de dirección: Nanda Abella Diseño gráfico: Dusan Arsenic Fotografía: Lorena Riga Producción: Teatro Urgente Producción ejecutiva: Ana Caballero

Colectivo residente en el Teatro Quique San Francisco

TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO. MADRID


Visto el miércoles 6 de abril de 2022





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