El Teatro del Barrio acoge el reestreno de La lengua en pedazos, la primera obra que dirigió Juan Mayorga, ahora revisada y redimensionada por los mismos protagonistas, tanto en la dirección como en la interpretación. La lengua en pedazos, pieza que valió a su autor el Premio Nacional de Literatura Dramática, es un texto rico e intrincado, como una obra de ingeniería literaria en miniatura, una auténtica batalla dialéctica entre Teresa de Jesús, una de las mayores escritoras de la lengua castellana de todos los tiempos, y un inquisidor cuyo propósito es el cierre del convento de San José y el regreso de Teresa a la ortodoxia del Carmelo.
Para los amantes de las luchas de cerebros, el texto resulta una delicia, un constante enfrentar y confrontar, un ataque y huida por las rendijas del lenguaje y de la fe, que dan nota del uso extraordinario que Santa Teresa hacía de la palabra, pues su legado literario supone unas de las cotas más altas alcanzadas por nuestro idioma a lo largo de su historia. Siendo así, la puesta en escena, va encaminada precisamente a poner la palabra por encima de todo. A realzarla, valorarla, y poner el foco en un trabajo textual que sería imposible sin dos intérpretes a la altura.
Clara Sanchis y Daniel Albaladejo realizan un trabajo serio, comprometido, minucioso y sutil en el trabajo de los matices, que son los que marcan la diferencia en unos diálogos con una carga teórica y doctrinal importante, por lo que se hace necesario hilar fino en su interpretación, para captar la atención del público en un montaje que está planteado por y para el lucimiento de la palabra. Y los intérpretes, a los que da gusto ver y oír en escena, lo consiguen.
La versión actual del espectáculo es una revisión del montaje original, que en esta nueva andadura el propio Mayorga ha remozado, reestructurando elementos del texto, la escenografía y la puesta en escena. La actual disposición, con un espacio desnudo solo adornado por un conjunto de sillas blancas que pueblan el escenario, si bien puede dar juego en el movimiento escénico, resulta algo extraño por momentos, como esa tabla de cortar verduras que queda en el suelo, obligando a los intérpretes a trabajar con ella arrodillados, generando imágenes disonantes por la falta, al menos aparente, de justificación.
Asimismo, el trabajo de luz y sonido presenta claroscuros. Un paisaje sonoro presidido por la sobriedad, acorde con la puesta en escena, del que asoman leves retazos de músicas que aportan y generan clima, pero se quedan tímidas, cortas, como un ligero apunte que, de desarrollarse, el propio montaje agradecería. También sorprende el trabajo de luces, que si bien genera ciertos momentos de cierta fuerza expresiva, la línea general de la iluminación tiende a una excesiva planitud, una tosquedad inusitada, que choca y en ocasiones perturba.
La lengua en pedazos es un montaje para disfrutar con calma, degustar con los ojos, pero sobre todo los oídos, disfrutando del buen hacer de unos intérpretes que ponen en valor el texto de uno de los mayores dramaturgos de nuestra época, evocando la palabra de una de las mayores escritoras en lengua hispana de todos los tiempos.
LA LENGUA EN PEDAZOS
Texto y dirección: Juan Mayorga Reparto: Clara Sanchis, Daniel Albaladejo
Espacio escénico: La Loca de la Casa Diseño de Iluminación: Miguel Ángel Camacho Vestuario: La Loca de la Casa y Helena Sanchis Ayudantía de Dirección: Viviana Porras Dirección de Producción: Nadia Corral Música: Jesús Rueda Fotografía: Isabel de Ocampo y Viviana Porras Diseño Gráfico: Javier Naval Distribución: Fran Ávila
Con la colaboración de Instituto Cervantes y Carlos Verneuil
Agradecimientos: Nuevo Teatro Fronterizo, Helena Sanchis, Pedro Juan Alonso (Orden de Predicadores), Humberto Cornejo y Andrea Krull
TEATRO DEL BARRIO. MADRID
Visto el 8 de noviembre de 2021
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