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  • Foto del escritorNacho León

'Festum Fatuorum': Silencio, habla el bufón

En la sala, tras el oscuro, viene el silencio. Respiraciones en el público, una silla que cruje, una espalda que se acomoda. Silencio. Y a lo lejos, como llegado de las profundidades de la tierra en un peregrinaje atemporal nos llegan unas voces, una tenue salmodia que se aproxima, que nos encoje el alma y nos predispone para la catarsis que vamos a vivir. Poco a poco, la procesión con su letanía hace aparición, presentando ante nuestros ojos esta especie de santa compaña de la deformidad y el esperpento. Comienza el ritual. Llega el bufón.


No es fácil encontrar espectáculos en la cartelera actual que sorprendan al espectador. La sujeción a los estándares establecidos, la necesidad de rentabilidad económica, y el miedo a no contar con el beneplácito de programadores y público, provocan un conservadurismo endémico que acaba cortando por un mismo patrón la mayoría de propuestas escénicas que vemos en los teatros capitalinos. Incluso en los mal llamados espacios off. Por eso, es tan de agradecer espectáculos como Festum Fatuorum, que arriesgan, innovan, apuestan, experimentan, sorprenden y provocan. Y todo ello con buen gusto, y un trabajo exquisito.

En este espacio íntimo y acogedor que es el remozado Teatro de las Letras, en el corazón del barrio homónimo, se nos presenta un espectáculo realizado desde el estilo del Bouffon, técnica teatral que creara Jacques Lecoq en los años sesenta para dar voz a aquellos sectores de la sociedad que carecen de ella. Porque el bufón dice lo que nadie puede, o mejor dicho, nadie se atrevería. El bufón es un reflejo deformado y satírico de la propia sociedad. De esta forma, este montaje, como el bufón, se ríe del espectador, le grita las verdades a la cara, provoca risa y la congela, produce la carcajada, y te hace sentir culpable por ello. Festum Fatuorum es incómoda, desagradable, ácida e inquietante, de forma pretendida y brillantemente resuelta.

El texto, a cargo de Daniel Ramos (que también se hace cargo de la dirección), desgrana los males de nuestra sociedad de forma irónica, hiriente, socarrona, amarga, cruda e inteligente, escupiéndonos a la cara las verdades del barquero, pinchando donde más duele, apelando a nuestros instintos más básicos a la vez que a nuestra conciencia. Desde una puesta en escena sobria donde no hay cuarta pared, todos somos parte de esta especie de misa profana, en la que se purgan los males de nuestro mundo. No hay escenografía ni utilería y sin embargo no es un espacio vacío, ya que los personajes, con su presencia y su constante mirada burlona hacia el espectador, llenan toda la superficie de la escena, de forma que crean un marco permanente para la acción, un decorado vivo y mutable. Y este efecto, es en parte gracias a un gran trabajo de vestuario y caracterízación, que con pocos elementos consigue dotar a los personajes de un aura especial aun sin abrir la boca. A esto, se le suma un trabajo de interpretación enorme, gracias al cual entramos desde el principio en la atmósfera con una técnica interpretativa tan poco común como es el bufón, destacando un imponente Benito Jiménez como maestro de ceremonias y líder de los bufones, y una Irene Manso espectacular en todas sus facetas, a un nivel físico, vocal y energético, cuya interpretación nos cautiva y nos atrapa cada vez que hace aparición.

Festum Fatuorum es una condensación de lo mejor del teatro del gesto, que nos recuerda a la sencillez del teatro del Siglo de Oro, la deformidad del esperpento valleinclanesco, la angustia vital de la Zaranda y el análisis mordaz de la sociedad de Bertold Brecht. Teatro en estado puro, sin pompa ni artificios. No en vano, la calavera que sostiene Hamlet en una de las imágenes más famosas e icónicas del teatro universal, pertenece a Yorick. Un bufón.

FESTUM FATUORUM

Compañía La Matraca

Autoría y dirección: Daniel Ramos

Intérpretes: Goizane Casado, Irene Manso, Benito Jiménez, Nacho Benito y Guillermo Poyatos

Vestuario: Mónica Florensa

Caracterización: Alberto Lancho

Diseño de iluminación: Álvaro Caletrio Niebla

Espacio sonoro: Daniel Ramos

Diseño gráfico: Isósceles Díaz

Fotos: todoscontamoshistorias

Producción ejecutiva: Carlos Lorenzo Rodrigo

TEATRO DE LAS LETRAS. MADRID

Visto el 30 de junio de 2019

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