Cuando entramos en el teatro sabiendo que vamos a ver Elisa y Marcela, una obra que cuenta la historia de dos mujeres que se casaron por la iglesia en A Coruña en 1901, haciéndose pasar por hombre una de ellas, y su posterior persecución y huida, imaginamos un montaje en tono dramático, reivindicativo, de denuncia social, duro, y quizás con leves concesiones humorísticas para rebajar el tono de una historia de por sí intensa. La sorpresa viene cuando se apagan las luces, y durante ochenta minutos las artistas nos brindan una de las funciones más descaradas, gamberras, surrealistas y divertidas que podemos ver hoy en día en cartelera.
Efectivamente, la propuesta nos cuenta las peripecias de Elisa y Marcela, pero a través del humor, partiendo de los pocos hechos fehacientes que conocemos, para deformarlos poco a poco y convertirlos en sketches desternillantes a través de los cuales acompañamos a las protagonistas en su viaje, sin perder el mensaje, pero abrazando el ingenio y la comicidad de cada situación. La propuesta fusiona diversos lenguajes, utilizando elementos del clown, teatro físico, comedia musical, técnicas de mimo, etc. Todo un repertorio escénico e interpretativo al servicio de un montaje sin artificios y minuciosamente trabajado en todos sus aspectos; teatro puro.
Areta Bolado, Noelia Castro, Ailén Kendelman, las actrices de la obra, están espectaculares, con una gran variedad de registros, y un enorme catálogo de armas cómicas que utilizan a lo largo del espectáculo. Hacen lo que quieren en el escenario, con un desparpajo, ternura, y poca vergüenza (en el mejor sentido de la expresión) que no ocultan un meticuloso trabajo interpretativo que provoca la carcajada del público a cada instante. Con una vis cómica arrolladora, las artistas, cantan, bailan, se descoyuntan, y se meten al público en el bolsillo al poco de empezar la función. Las tres actrices sacan un enorme partido de sus respectivos perfiles que se complementan entre sí, derrochando talento, gracia y capacidad de juego en cada fragmento de la obra.
A nivel escenográfico, la propuesta es sencilla e inteligente. Pocos elementos bien aprovechados, gran trabajo de iluminación, y mucho juego con la imaginación del público para recrear las numerosas situaciones y lugares que atraviesan nuestras protagonistas. Destaca el aprovechamiento del espacio, la movilidad de la acción, que no deja un rincón del escenario sin utilizar, lo que aporta un notable dinamismo a la propuesta.
A Panadaría, la compañía que nos regala este precioso montaje, es digna heredera de los cómicos de la legua de nuestro teatro de Siglo de Oro. Una tela blanca, dos palos, y arte a raudales es lo único que necesitan para montar un espectáculo que acaba con el público entregado, con una sonrisa en la cara, y la reflexión en la mente. El aplauso atronador del público es, en Elisa y Marcela, más que merecido.
ELISA Y MARCELA
Creación e Interpretación: Areta Bolado, Noelia Castro, Ailén Kendelman Dirección: Gena Baamonde Texto: A Panadaría, Gena Baamonde Música Original: Ailén Kendelman Iluminación: Laura Iturralde, Montse Piñeiro Vestuario: Fanibell Diseño Soporte: Beatriz de Vega Construcción Soporte y Tela: Cdg Imagen Gráfica: Noelia Castro Fotografía: Pilar Abades Vídeo: Alex Penabade Asesoría en Canto: Marión Sarmiento Producción: Ailén Kendelman Ayudantía Producción: Liza G. Suárez Distribución: Amadeo Vañó - Cámara Blanca Comunicación: Lemon Press
TEATRO DEL BARRIO. MADRID
Visto el 15 de enero de 2020
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