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  • Foto del escritorMiguel Ángel Somé

'DOLORES (con las alas del amor salté la tapia)': La resistencia artística



El teatro está en crisis, esa frase que todos hemos oído y que se lleva diciendo desde la época de los griegos. ¿Cuándo le irá bien al teatro?, te preguntarás; pues probablemente nunca. Pero sí que podemos hacer cosas por este, al menos hacerle un regalo, ya que creo que no me equivoco al afirmar que a todos nos gustan, ¿verdad? Pues Dolores (con las alas del amor salté la tapia) es un obsequio para el teatro y para todos los amantes de este. Sabemos que un buen regalo solo puede hacértelo quien te conoce bien y la compañía andaluza Teatro A La Plancha gracias al texto y la dirección de Selu Nieto demuestra su conocimiento y amor por el teatro, un amor que no está dispuesto a dejarlo morir por muy mal que estén las cosas.


Dolores (con las alas del amor salté la tapia) la protagonizan dos personajes que se caracterizan por su magnanimidad decadente y es que esta se demuestra incluso partiendo de sus nombres, José Telón Bravo-Bravo o Pepe, y María Josefa De los Santos o Pepi, estos interpretados por Selu Nieto y Esther Alonso. Sus personajes nos trasladan a un futuro y muy cercano verano de 2024, donde ambos se resisten a abandonar el sueño que un día vieron cumplido y que debido a la situación económica y sociocultural en que vivimos, han visto desaparecer poco a poco hasta acabar en las ruinas de su propio decorado. Pero estos personajes no aceptan la muerte del teatro y ya sea por amor o empecinamiento, se mantienen en una residencia artística, aunque podríamos también llamarla resistencia artística, durante 13 años. En ella, se encuentran esperando como Penélope, con la seguridad de que aparecerá la obra que les saque del hoyo y entre sus enfrentamientos y discusiones debidos a la desesperanza del que espera, se desarrolla una preciosa pieza.


El planteamiento principal, parece sencillo, ya que trata del artista que, desde su estado completamente deteriorado, espera sentado a que aparezca la inspiración y le haga levantarse para volver a resurgir. Pero la belleza y el corazón de la obra trata en su desarrollo, que al mismo tiempo demuestra su complejidad y es que desde el principio hasta el fin de la obra se hacen continuos guiños al mundo de la interpretación que, desde el metateatro que se produce en la representación, funcionan por completo. Los personajes, desde su inocencia, son capaces de cautivar al espectador y emocionarlo, ya que al igual que los niños, tienen en todo momento el brillo en los ojos de la ilusión, la ilusión de que llegará su momento de nuevo. Todo esto hecho desde una decadencia que para los andaluces nos es muy reconocible, y es que los personajes se muestran tal y como son, sin la máscara y mostrando que probablemente sean de un pueblo humilde de Andalucía y no de esa falsa alta alcurnia que añoran.


La decadencia no solo se muestra en los personajes, sino también en los vestuarios y en la magnífica escenografía que muestra los restos de un antiguo decorado, pero que ha terminado convirtiéndose en una chabola donde viven nuestros protagonistas. La escenografía, como bien dicen en la función, es completamente polivalente y es que no para de sorprender al espectador durante la función. Gracias también a unos efectos sonoros y musicales que mantienen el ritmo en los momentos en que se les necesita.


Para concluir, decir que Dolores (con las alas del amor salté la tapia) es una obra llena de humor al mismo tiempo que de tragedia y es que no hay nada más bello que saber reír de la desgracia propia ya que constantemente te hace sacar una sonrisa que viene en defensa de tu corazón y es que al tiempo que sonríes, sabes que es por algo que en el fondo es trágico hasta el punto de emocionar. Una obra valiente por su planteamiento y emocionante por su desarrollo.


DOLORES (con las alas del amor salté la tapia)

Intérpretes: Esther Alonso y Selu Nieto

Texto y dirección: Selu Nieto Ayudante de dirección: Susana Hernández Escenografía: Alessio Meloni (AAPEE) Ayudante de escenografía: Elliot Kane Cubells Realización escenografía: David Cubells Ambientación de escenografía: Alessio Meloni, Elliot Kan y Martina Meloni Vestuario y confección: Paloma De Alba Espacio sonoro: Daniel Jumillas Ayudante de vestuario: Guillermo Espinosa Iluminación: Alberto Hernández de las Heras

SALA DE TEATRO CUARTA PARED


Visto el 13 de mayo de 2021


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