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'Contra Corrientes': Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder


El género musical es por norma una de las ramas más maltratadas del teatro, es bastante común escuchar a gente decir lo mucho que odia los musicales, incluso cuando en su vida no ha visto más de dos. Suele banalizarse y verse como algo infantil, menos serio que el teatro textual y totalmente irreal porque, ¿quién canta en su día a día cada vez que tiene un problema? Todos lo hacemos. Las palabras bien elegidas calan y tocan el alma, sí, pero si junto a ellas tocan los acordes adecuados, el resultado se multiplica por diez y salís del teatro tú, un señor de ochenta años y una niña de dos, tarareando una canción cargada de significado y emociones, que te acompañará por varias semanas o como en mi caso, años. Después de este manifiesto personal a favor del teatro musical, quiero invitar a todos aquellos que dicen que todos los buenos musicales vienen de Estados Unidos a que se acerquen este próximo domingo a Nave 73 y se dejen tocar por Contra Corrientes, un claro ejemplo de que las producciones nacionales nada tienen que envidiar a lo que traen de fuera.

Contra Corrientes nos presenta a un grupo de siete marginados sociales que, ante el rechazo del resto de la gente del pueblo, han formado una pequeña familia donde sentirse seguros y queridos. Aceptan su lugar en la sociedad sin poder hacer mucho por cambiarlo, ya que cuando a alguien se le asigna una etiqueta es muy complicado salir de ahí. Pero un casting para una obra de teatro musical en el viejo auditorio del pueblo les trae de nuevo la esperanza de que tal vez ellos no sean simplemente desechos.

Contra Corrientes trata de la vida, de las vueltas que da y de cómo por norma no puedes elegir y solamente queda aceptar lo que esta te trae, de cómo los prejuicios o la falta de empatía en la sociedad pueden destrozar a las personas, pero sobre todo, de seguir adelante a pesar de todos los contratiempos que vengan. Durante la representación las carcajadas del público llenaron el teatro, pero también momentos de un silencio sepulcral rotos por los suspiros de rabia o impotencia de un público que observa una realidad que muchas veces no queremos ver.

Nos encontramos con una escenografía simple, bonita, pero sobre todo funcional, que utiliza el iconismo y la imaginación para recrear un pueblo totalmente real y verosímil. Se deja de lado las ostentosas construcciones en las que muchos musicales se apoyan para dar más protagonismo a lo realmente importante, sus intérpretes.


Los personajes son la base y pilar fundamental del espectáculo. Aunque arquetipos y extremos, bien construidos y con un trasfondo tan grande que te hace quererlos y empatizar con ellos prácticamente desde que entran en escena. Las dotes interpretativas y vocales de todas las actrices y actores es algo irrefutable en el momento que ponen un pie en el escenario y no puedo hacer otra cosa que felicitarles por dejarse el cuerpo y el alma entregados al público.

El guion y la dirección van de la mano de Fran Granada, quien en Contra Corrientes condensa muchos aspectos de su visión como creador, su experiencia y sus vivencias personales. Cuando sales del teatro y te paras a pensar sobre lo que acabas de ver, te das cuenta de que es un trabajo creado con el mayor cuidado y cariño posible, respira humanidad, algo muy importante en un momento donde la artificialidad está a la orden del día. Cada situación, cada personaje, cada canción está ahí por algo, nada es gratuito, todo aporta a las historias individuales o colectivas del pintoresco grupo.

Como guinda del pastel, nos encontramos ante una banda sonora cien por cien original, compuesta por Juan Hernando y Fran Granada, que nos hace recorrer distintos estilos musicales para divertirnos, emocionarnos y transportarnos exactamente a donde quieren que estemos.


Contra Corrientes es un musical tan divertido como necesario que nada tiene que envidiar a las superproducciones que encontramos en la Gran Vía madrileña. Una historia que todo el mundo debería escuchar y llevarse a casa para realizarse una autocrítica profunda. Contra Corrientes habla de mí, de ti y de todo el mundo. Deseo que de aquí en adelante tenga una larga vida y la repercusión que se merecen, porque es un muy buen espectáculo, una muy buena historia y con una muy buena lección que tenemos que aprender de una vez por todas.


CONTRA CORRIENTES

Autor y director: Fran Granada

Intérpretes: Candela Vergara, Elisabeth Joy, Eider Esnaola, Leyre Aranda, Sergio Campoy, Oriol Guillem, Sergio Satanassa

Producción: Juan Jesús Dimanuel

Escenografía: Francisco Sánchez

Fotografía y diseño gráfico: Fran Granada

Diseño de iluminación: Rubén Arellano

Dirección musical: Sergio Campoy

Producción musical: Juan Hernando

Técnico de sonido: Mario Collado

NAVE 73. MADRID


Visto el 13 de Diciembre de 2020




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