Hace casi 2500 años que Aristófanes encomendó a Lisistrata, personaje principal de la comedia griega del mismo nombre, la misión de terminar con la guerra entre atenienses y espartanos.
La dramaturga y actriz Ana López Segovia, interesada en la vigencia pacifista y feminista de Lisistrata, elige y adapta el texto al confirmar finalmente su sospecha: las similitudes entre dicho género y el carnaval gaditano, en la temática política y social pero también en los recursos dramáticos como la ausencia de cuarta pared.
Lisistrata propone a las mujeres de ambos bandos una huelga de sexo para obligar a los hombres a terminar la guerra. Sorprende la desvergonzada propuesta de Aristófanes, hace tanto tiempo ya, con referencias a la corrupción y el machismo y, por el contrario, el antibelicismo y el feminismo. Para ello se sirve de ordinarias y explícitas referencias a la sexualidad, mediante escenas descaradamente provocadoras y conscientes chistes verdes. Ni la obra original ni la versión de Ana las imagino programadas en la actualidad en los canales de televisiones de este país, tan políticamente correctos en determinadas cuestiones.
Ana junto al resto de la compañía, Teresa, Alejandra y Rocío, encarnan la mayoría de los personajes originales, con algún que otro personaje nuevo añadido o “reducido” (desaparece los coros y los corifeos se convierten en los hilarantes personajes de El Viejo y la Vieja).
Con el amplio talento y conocimiento de la dramaturga, figura indispensable año tras año en el Carnaval de Cádiz, se conservan fielmente parte de los textos del griego y otros pasan a convertirse afinadamente en carnavaleros cuplés, pasodobles o romanceros, con el mismo sentido del original pero amenizando aún más la divertida acción.
Actrices completas, de las que faltan en este país, Las Niñas de Cádiz interpretan, bailan y cantan muy bien, no se sorprendan. Y vienen ensayadísimas de casa. Me imagino a Ana -también directora de la obra junto a la ayudantía de la estupenda actriz Alicia Rodríguez, que doy por hecho aportó grandes ideas para la creación de los personajes- con los “palos” que tanto le gusta usar en escena marcando exigente -cual profesora de ballet clásico- el ritmo de cada ensayo, de cada frase, de cada verso, de cada interpretación, hasta alcanzar el objetivo de poder estrenar como el público se merece. Son perfeccionistas y aman y respetan su profesión, y eso se nota.
Asistí a la obra en el Gran Teatro Falla. Alejandra López es la protagonista, Lysístrata, la heroína, el payaso listo que debe contener los continuos sabotajes a su propuesta de #CeroSexo de las otras féminas, payasas augustas. Porque hay mucho de carnaval pero también de clown en esta función. Divertidísima en un rol supuestamente serio, me alegró que la directora la eligiera como protagonista. Alejandra ha hecho los deberes. De Ana y Teresa no se puede esperar nada más porque ya sabes que van a actuar a la perfección. La sorpresa fue Rocío, integrada ahora en la nueva compañía, a la que he visto madurar interpretativamente, y mucho. Todas y cada una cambian de “tipo” con una facilidad pasmosa. Solo un gran trabajo de análisis de personajes y recursos interpretativos puede conseguir el objetivo de estas cuatro payasas: hacer reír y hacer pensar. ¡Y qué bien lo hacen!
Y hablando de “tipos”, el escenario parece cualquier calle de Cádiz en día de Carnaval. Una mezcla divertidísima de disfraces y complementos de distintas épocas creados por el vestuarista Miguel Ángel Milán.
Sobre la escenografía, destacaré, sin desvelar, la original casapuerta que me recordó, aunque pueda equivocarme, a un posible homenaje a La Tía Norica, con los personajes apareciendo y desapareciendo cual títeres por los distintos espacios.
Completan este gran equipo la siempre exquisita iluminación de Juanan Morales y el cuidadísimo espacio sonoro de Willy Sánchez de Coss.
Lysístrata, 2500 años no es nada tuvo Residencia y se preestrenó en Espacio Guindalera (Madrid) en 2017, se estrenó en el 35 Festival de Teatro de Málaga en enero de 2018 y ha pasado, entre otras localidades, por Sevilla, Alfaro o Cádiz.
Ahora que Lysístrata veranea por Cádiz aprovechen para asistir a esta genial comedia grecogaditana en el XXVII Festival de Teatro de Comedias del Puerto de Santa María o en el incomparable marco del Teatro Baelo-Claudia (Bolonia). Se van a reír mucho.
Y si les gusta, Las Niñas repiten con Cabaré a la gaditana en el Pay-Pay. Un espectáculo en el que se echa de menos a Teresa Quintero pero están las otras tres gamberras en una suerte de performance en la que se mezcla el carnaval, el teatro y el musical a través de distintos personajes de mujeres. Desternillantes y genuinas.
LYSÍSTRATA, 2500 AÑOS NO ES NADA
Autor: Aristófanes
Adaptación y dirección: Ana López Segovia
Ayudante de dirección: Alicia Rodríguez
Intérpretes: Alejandra López, Teresa Quintero, Rocío Segovia y Ana López Segovia
Escenografía: Juan Sebastián Dominguez Morillo
Vestuario: Miguel Ángel Milán
Iluminación Juanan Morales
Espacio sonoro: Willy Sánchez de Coss
Fotografía y vídeo: Susana Martín
Producción: Las Niñas de Cádiz
FECHAS
LYSÍSTRATA. Sábado 4 de agosto, 22:30 h. Patio porticado San Luis (El Puerto de Santa María). XXVII Festival de Teatro de Comedias del Puerto de Santa María.
LYSÍSTRATA. Viernes 31 de agosto y sábado 1 de septiembre, 22:00 h. Teatro Romano de Baelo Claudia (Bolonia, Tarifa).
CABARÉ A LA GADITANA
Viernes 17 y sábado 18 de agosto, 22:30 h. Café Teatro Pay-Pay (Cádiz).