
Vuelve este complejísimo texto a las tablas.
Un texto que dice tanto, que dice mucho, un texto que dice tantos porqués y que, como todo clásico (y Alonso de Santos lo es) no resuelve un pregunta, no concede el atisbo de una respuestas. Texto inquietante que deja al espectador suelto, sin certezas, que le deja decida.
Tantos años después esta espléndida obra que narró, en su momento, el desconcierto del hombre ante la mujer de la Transición. Esa mujer que sale de pronto, que aún idealizada, le planta cara…
Esa mujer que se descara con certeza, con seguridad, con miedo y sonríe… asombrosa y firme.
Así las cosas la función -exquisitamente dirigida y adaptada por Miguel Murga- relata cómo crecen y aprenden (a crecer) Carlota, una mujer de mediana edad de la que tanto oímos hablar que es parte de la obra, y Nines, una joven a punto de explotar de vitalidad a quien Mónica Corral convierte en un hada de alegría, entusiasmo y sinceridad, en una pasmosamente descarada- interpretación que hechiza a tumba abierta hasta al espectador más insensible.

Y como lo hacen Josep Linuesa y Carlos Chamorro que entablan un duelo a tumba abierta y, como un Lemmon o un Mathau (no exagero), convertirán el teatro en un duelo a tumba abierta en que se dispararán inseguridades, prejuicios, monotemas y manías, chorradas y certidumbres; serán “machos” (nótese las comillas) a la deriva y en desconcierto…
Lo digo de nuevo: Josep Linuesa , Carlos Chamorro y Mónica Corral hacen que esta obra, contundente y sabia, ambigua y serena, estalle en el escenario e invada a los espectadores como un gusto, un deleite y un placer.
PARES Y NINES
Autor: José Luís Alonso de Santos
Versión y Dirección: Miquel Murga
Intérpretes: Josep Linuesa, Carlos Chamarro y Mónica Corral
Diseño de escenografía: Carmen Castañón
Fotografia: Paco Navarro
Diseño de luces: Manu Dávila
Producción ejecutiva: Alberto Closas
Distribución: Iraya Producciones
TEATRO PRÍNCIPE GRAN VÍA. MADRID