Dice la Sociología que las relaciones en los grupos de tres personas son siempre las más inestables, por lo complejo de las combinaciones (ya se sabe, ante una discusión, siempre acabará siendo un 2 contra 1, con la soledad que conlleva ese 1). Si además, en este grupo, dos son hermanas, que viven juntas, con una familia peculiar, unos rituales y costumbres prefijadas, y el otro extremo del triángulo es un boxeador, el Potro Estrella, algo simplón y con un gran combate a la vista, la combinación sin duda puede resultar explosiva. Con esta premisa se nos presenta Las hermanas Rivas en el Teatro Lara.
Estamos ante una comedia loca, desenfadada, no exenta de reflexiones sobre el amor (del fraternal, y del otro), aliñada con canciones de telenovelas y escenas (quizá demasiadas) subidas de tono. La puesta en escena es sencilla, simple, yendo a lo necesario para contarnos la historia, práctica pero eficaz, dejando mucho a la imaginación del espectador, y jugando con los cambios de espacio y de situación con pocos recursos. Es sin duda original el planteamiento del trío amoroso, en el que con reglas muy marcadas, dos hermanas se reparten a un novio, con reglas, orden, y desde el cariño y respeto mutuo, quedando el hombre en este caso relegado a una mera actitud pasiva.
Una parte importante del peso de la obra recae en sus intérpretes, que defienden con mucho oficio sus personajes Luciana Drago y Mariano Rochman, en los papeles de Hermana Mayor y Boxeador, trazando claramente los caracteres de sus personajes, lo que ayuda a generar comicidad, y a que las situaciones planteadas tengan más fuerza, dejando la parte más puramente cómica a Regina Ferrando, la mejor del elenco, con una gran delicadeza en su interpretación, ternura, enorme vis cómica, y una sorprendente verosimilitud, dado el surrealismo que encontramos en mucha de las secuencias. El identificarnos con su personaje, el de Hermana Menor, lo que consigue con su gran trabajo actoral, es sin duda uno de los puntos fuertes del montaje, pues genera comicidad y humor en cada uno de los pasajes en que interviene, y en su relación con los demás personajes.
La obra goza de buen ritmo que solo decae en momentos puntuales, pero la trama es fluida, con transiciones rápidas y sin tiempo para el aburrimiento. Solo flaquea la propuesta en los momentos en los que la obra, y entiéndase bien, se toma demasiado en serio a sí misma, introduciéndose por unos derroteros trágicos que quizás desentonan con el tono general del resto de la pieza. Sin embargo, tras otra vuelta de tuerca, y con un final surrealista a la altura de la obra, no nos queda un mal regusto al terminar la obra, y salimos del teatro con un buen ánimo en el cuerpo, y una sonrisa en la cara. Que no es poco.
LAS HERMANAS RIVAS
Proyecto inspirado en el cuento de Jorge Luís Borges La intrusa
Autores: Adriana Roffi y Mariano Rochman
Dirección: Adriana Roffi
Intérpretes: Regina Ferrando, Luciana Drago y Mariano Rochman
Compañía: Doble Sentido Producciones
TEATRO LARA. MADRID