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A la caza y captura



Baile de huesos

Baile de huesos. Cuatro corazones sin freno y marcha adelante

En un momento de la función un personaje propone mantener la última conversación. Esa conversación la que se dice todo lo que se calla, todo lo que se lleva callando. Esa conversación solo se puede tener acribillada con la sinceridad que solo se tiene, que solo se puede tener, con los desconocidos.

Y, a partir de esta premisa, Elena Belmonte cuenta esa conversación en el sólido y coherente texto Baile de huesos que, con todo merecimiento, no ha dejado de representarse desde 2010, especialmente desde que pasó a ser la joya de la corona y seña de identidad del repertorio que la compañía Martes Teatro exhibe en Estudio 2, su sede y refugio del madrileño barrio de Atocha.

Así, comienza la función con cuatro personajes que dan vueltas, a la caza y captura de ellos mismos. Están ante su última oportunidad, están en el hall de la muerte. Matan (nunca mejor dicho) la espera agrediéndose y desesperándose.

El espectador cree (creemos) que les conoce, son –o eso nos parece– estereotipos: un gañan, de los que huele a sudor, sol y sombra y Farias (interpretado con ímpetu y vehemencia por Óscar Olmeda) hace que los demás paguen su cabreo irracional; una ejecutiva –a la que Myriam Gas otorga la frialdad y lejanía que necesita el personaje- lamenta su oportunidad perdida; un hombre vencido -encarnado con valioso apocamiento y contención por Jesús Ganuza- que asume su resignación y una joven ilusa e ilusoria a la que Pilar Ávila dota de desarmantes ingenuidad y ensoñación.


Baile de huesos

Se enzarzan entre ellos, claro. En una ágil discusión a cuatro bandas -en la que el personaje de Óscar Olmeda hará de contrapunto y acicate– que implica y envuelve al espectador hasta alcanzar un punto álgido que rompe la aparición de la Muerte encarnada en un funcionario modesto y despistado, humilde y sonriente, charlatán y exquisitamente educado… y la obra da un vuelco.

Y es que acaba de aparecer en el escenario DON Manuel Galiana y se hace, como no podía ser de otra forma, con las riendas de la función y de los espectadores sobre quienes derrama su sempiterno carisma: esa mixtura de suavidad y firmeza, de seguridad y desconcierto, de inocencia y experiencia tan reconocible como irresistible.

Así, ya reunida, la compañía Martes Teatro, se vuelca en exprimir -con oficio y talento- hasta el tuétano de cada uno de los huesos del inteligente y sensible texto de Belmonte. Manuel Galiana hace las veces de hábil y embaucador maestro de ceremonias que dirige la danza -salpicada de lágrimas, risas , sinceridad y desamparos– con la que Olmeda, Gas, Ganuza y Ávila, como cuatro corazones sin freno y marcha adelante, nos deslumbran y satisfacen a los espectadores, hasta que DON Manuel Galiana nos separa para recibir –junto al resto de la compañía– una larga, cerrada y más que merecida ovación con todos nostros puestos en pie.

BAILE DE HUESOS

Autora: Elena Belmonte

Dirección: Manuel Galiana

Interpretes: Óscar Olmeda, Pilar Ávila, Jesús Ganuza, Myriam Gas y Manuel Galiana

Escenografía, iluminación y sonido: Martes Teatro

TEATRO LARA. MADRID

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