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Refugio en la tormenta



El eremita

Twas in another lifetime, one of toil and blood When blackness was a virtue the road was full of mud I came in from the wilderness, a creature void of form Come in, he said I'll give ya shelter from the storm

Fue en otra vida, una de esfuerzo y sangre,

Cuando la negrura era una virtud y el camino estaba lleno de lodo,

Llegué desde el desierto, una criatura vacía de forma,

"Entra", me dijo ella, "Te daré refugio en la tormenta"

Bob Dylan

¿Y si Johnny Cash apareciera entre nosotros?

SÍ, ese Johnny Cash.

El mítico Johnny Cash que, allá por los años 50, fue pionero de ese híbrido de blues, country y rhythm and blues que se llamó rock 'n'roll donde impuso su voz tonante y personalidad arrolladora.

Johnny Cash, temeroso de Dios y profundo pecador, que leía la Biblia y se aturdía con alcohol y drogas, quien recorría las cárceles y formaba parte de la realeza de rock, tradicionalista e innovador, temerario y desolado, intransigente y conciliador, ídolo de varias generaciones cantó a Elvis y a Nine Inch Nails con la misma convicción y autenticidad con la que vestía de negro –se llamó a sÍ mismo The Man in Black– por los pecados de la Humanidad.

Fue, en sus palabras, a walking contradiction y Luis López de Arriba ha querido (re) imaginarle y (re) inventarle en nuestros días con El eremita, la poderosa obra que escribe y dirige sobre un refugio en la tormenta.


El eremita

There's a man goin' 'round takin' names An' he decides who to free and who to blame Everybody won't be treated all the same There'll be a golden ladder reaching down When the man comes around

Hay un hombre por ahí tomando nombres Y decide a quien liberar y condenar No va a tratar a todos igual Descenderá por un escalera dorada Cuando el hombre venga por aquí

Johnny Cash

Será Miguel Uribe quien encarne a ese eremita, a esa persona que renuncia a todo lo externo para no salir de su casa y lo hace con la contundencia avasalladora que debe tener el personaje. Uribe transmite la convicción arrolladora del orate y la ilusión sin fisuras del iluminado a quien la verdad reveladora no le permite concebir ni la sombra de una duda.

Y Miguel Uribe, el eremita, se irá revelando gradualmente a los espectadores, a través de un texto concienzudamente medido que renuncia a ser didáctico o aleccionador y acoge el humor, el contraste y la metaficción para embaucar al espectador en el tragicómico viaje espiritual del hombre que bien por aquí.

I fell in to a burning ring of fire I went down,down,down and the flames went higher

Caí dentro de un anillo de fuero Caí, y caí, y caí, y las llamas crecieron

June Carter Cash


El eremita

Y tendrá discípulos, claro. Desamparados que no tienen dónde ir que apuestan por rodearle y permitir -por inercia, vacío o camaradería– ser salvados y formar una comuna. Inma Gamarra compondrá una dulcísima dama a quien no le dejan caer en la tentación, una María Magdalena invadida de comprensión y cariño; Marcos Fernández sabrá ser un San Juan Bautista, hilarante, descoyuntado e ingenuo y Andrea Hermoso volcará, conmovedoramente, toda la inocencia de una niña y toda la ira de un adolescente en su personaje, la hija de marcos.

López de Arriba reúne todo los tópicos (el ayuno, los cantos comunales, las lecturas edificantes, el yoga, las tentaciones externas…) de las comunas para buscar contrastes, restar gravedad, eliminar pretenciosidad y componer una comedia de situación –habilísimamente desarrollada, con precisión de relojero, en el escenario- que provoca tanta hilaridad como desazón (la hay, oculta, en toda buena comedia y ésta lo es, y mucho) mientras la ilusión de los personajes va, imperceptiblemente, se desvanece y corroe de aspereza, como en un anillo de fuego.

Like a bird on the wire

like a drunk in a midnight choir

I have tried in my way to be free

Como un pájaro en el hilo eléctrico como un borracho en un coro de medianoche he intentado a mi manera ser libre

Leonard Cohen

Nada queda, pues, al espectador que asistir al brillante desenlace, tan patético como noble, de la suerte del eremita que herido y abandonado, despreciado y descartado, se empecina en continuar, forzado e infatigable, su recorrido por el callejón sin salida hasta alcanzar un final tan amargo como coherente e inevitable.

Como un pájaro en un alambre.

EL EREMITA

Autor y director : Luis López de Arriba

Intérpretes: Miguel Uribe, Inma Gamarra, Marcos Fernández y Andrea Hermoso

Diseño técnico: Luis López de Arriba

Diseño de iluminación: Roberto Cerdá

Vestuario y escenografía: Mónica Florensa

TEATROS LUCHANA. MADRID

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