Oshovia
Bahía profunda. Capital de Tierra del Fuego. La ciudad más austral. Ushuaia, fin del mundo.
Ushuaia
"Yo, continente de huesos y delirios…
mi este y mi oeste forman un espacio justo
juntando esos dos puntos puedo abrazarte”
Julio Leite. Poeta de Ushuaia
Creo en las palabras. Y esa es la razón por las que las insisto en mi hipocampo, que las graba en un vinilo al que la aguja va arañando hasta destruirlo.
Habitaciones prohibidas con llaves del pasado forjadas bajo el yugo de la esvástica. Secretos, dominios reservados e impenetrables, solo perceptibles para las personas indicadas. ¿Sirve la voluntad de un hombre para conseguir un átomo de solución…?
Ushuaia. Tierra maldita en la que nunca serás feliz. ¿Y si las palabras han dejado de ayudarnos? Vine aquí porque tenía mucho que llorar y mucho que reír. Ushuaia. Isla en la que encontrarás lo que más deseas y lo perderás.
Así comienza el viaje de Ushuaia. Fin del mundo principio de todo.
Remolinos de agua estancada que araña el presente. Monstruosa mecedora, que te anuda a las raíces de la culpa, y su irritante movimiento adictivo que alivia esa soledad acompañada por los vivos y los muertos que te devora.
Culpa. Estas cargando culpa.
¿Cuántos años deben pasar para olvidar? Peso. Siento peso. Peso en el pecho. Soy un criminal. ¿Y qué hago con este miedo?
Perdón. Estás pidiendo perdón.
No quiero perdonarme. En algún momento intenté hacerlo. Dios tampoco ayudó. Los criminales también creen en Dios.
Vista. Estás perdiendo vista.
Estoy ciego, siempre lo estuve. No alcance a ver. No quise ver… Todos debemos pagar un precio para estar con los otros o para justificar la ceguera…
Amor. Estás rechazando amor.
¡Cállate! Conozco el camino, dejo que mis pasos me lleven. Tú estás aquí y empiezo a ver detrás de tus ojos, contigo todo se aclara y tus sábanas crean grietas de luz entre mis ramas torcidas, y deseo que todo empiece para que pueda terminar.
Morir. Estás buscando morir.
Ushuaia, tierra de frío susurrado donde hallé mi ropa sin mí. Siempre pensé que aguantar la soledad con otro, es una forma de amar.
No quiero perderme del todo lo que ya no existe.
La delicadeza de la luz, de la escenografía y del sonido están a la altura de la poética del texto. Las palabras te acunan, suavizándote los tímpanos para que se deslicen mientras desgarran.
Personajes quebradizos bailando entre copos de plumas. Sombras, músicas, sonidos de traiciones y remordimientos. Arrastrar, sellar la belleza, su belleza…
El tiempo ayuda a ordenar.
Acabo esta reseña con dos frases que me atravesaron y que creo que resumen, al menos para mí, Ushuaia.
Ni se te ocurra decirlo porque si lo dices lo recordaré toda mi vida.
La historia es tan solo el reverso de nuestros uniformes.
Enhorabuena a todo el equipo por esta belleza de montaje.
USHUAIA
Autor: Alberto Conejero
Dirección: Julián Fuentes Reta
Intérpretes: José Coronado, Ángela Villar, Olivia Delcán y Daniel Jumillas
Escenografía: Alessio Meloni
Iluminación: Joseph Mercurio
Vestuario: Berta Grasset
Audiovisuales: Néstor Lizalde
Música y espacio sonoro: Iñaki Rubio
Ayudante de dirección: Jorge Muriel
Producción: Teatro Español
TEATRO ESPAÑOL. MADRID