“La razón, para ser razonable, debe verse a sí misma con los ojos de una locura irónica”. Rotterdam
Duda no dudes. Cerrar los ojos y apretar los párpados como rechazo instantáneo a la incapacidad de venganza… triste consuelo vistiéndose de lunática actitud ante el fantasma moral que no me deja ser fugaz. Duda no dudes que no hay razón que dure tiempo. Duda no dudes. ¿Qué dudas? La cordura es una máscara horrible cuando sabes que el mundo entero es un teatro…
Duda me has partido el corazón en dos. "Morir, dormir… ¿dormir? tal vez soñar".
Así comienza el viaje de Hamlet. Así comienza lo malo y lo peor queda atrás.
Hamlet… tan venganza y temor. Tan rencor y ternura. Hamlet… tan maravilloso y desconcertante. Tan tirano y humano…
Honor, palabra que viaja desubicada por nuestros oídos contemporáneos, a los que tenemos que enseñar a escuchar el peso de su significado mientras nos revolvemos en la butaca.
Moral, "verdad" convencionalmente aceptada por una sociedad que duda la validez de ésta. No hay nada bueno o malo hasta que pasa por la razón.
Locura o cómo reírte a la cara de tus pecados morales. Locura o mundo intangible e incomprensible para aquellos que no saben cómo huele el color de la piel de un enamorado.
Hamlet, raíz de justicia, argumento de venganza, arañazo de amor…
Y nosotros, espectadores de nuestro propio espejo, culpables de apartar los ojos, inocentes porque nos da miedo mirar…
El montaje
Imágenes tatuadas en tu retina tan rápidamente como un abrir y cerrar cortinas. Sonidos, sombras, colores y en tu paladar, el sabor de polvo levantado por una tumba cerrada al compás de un karaoke portátil. Calaveras sonrientes con acento extremeño. Máscaras argentinas de cómicos que alguna vez recitaron y que ya nadie recuerda. Actores y actrices trabajando milimétricamente los engranajes mágicamente medidos. Un perfecto castillo de naipes en escena. Un montaje arriesgado para los arriesgados personajes de Shakespeare, maravillosa combinación sustentada por unos intérpretes versátiles que controlan a la perfección los contrastes de este texto.
Un montaje que me hizo reír de una manera suave y llorar de una manera bella. Un montaje bien hecho. Un Shakespeare imprescindible y necesario en el panorama teatral de Madrid.
Enhorabuena Kamikaze. Enhorabuena a todo el equipo. Ha sido un placer disfrutar de vuestro Hamlet. Gracias todo el personal de #TeatroKamikaze
HAMLET
De William Shakespeare
Dirección y versión: Miguel del Arco
Ayudante de dirección: Aitor Tejada
Intérpretes: Israel Elejalde, Ángela Cremonte, Cristóbal Suárez, José Luis Martínez, Daniel Freire, Jorge Kent y Ana Wagener
Escenografía: Eduardo Moreno
Iluminación: Juanjo Llorens
Sonido: Sandra Vicente (Studio 340)
Música: Arnau Vilà
Vídeo: Joan Rodón
Fotografía: Ceferino López
Vestuario: Ana López
Maestro de esgrima: Jesús Esperanza
Lucha escénica: Kike Inchausti
Dirección de producción: Aitor Tejada
Producción ejecutiva: Jordi Buxó
Ayudante de producción: Pablo Ramos
Ayudante de escenografía: Lorena Puerto
Ayudante de vídeo: Natalia Moreno
Ayudante de vestuario: Beatriz Robledo
Coordinación técnica: Pau Fullana
Regiduría: Léa Béguin
Técnico de luces: Nacho Vargas
Técnico de sonido: Enrique Calvo
Maquinista: Javier Iglesias
Producción en gira: Pedro Forero
Administración: Santiago del Arco
Fotografías de escena: Ceferino López
Una producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Kamikaze Producciones
EL PAVÓN TEATRO KAMIKAZE. MADRID