Nací en el Norte para morir en el Sur se ambienta esencialmente en el universo bélico de entre finales de la década de los años 30 hasta finales de la década de los 60, con el protagonismo principal de dos conflictos: la Guerra de Indochina, entre Francia y el Viet Minh, y la Guerra de Vietnam, entre Vietnam del Sur y EEUU y el Vietnam del Norte y las guerrillas del Viet Cong. En la primera línea temporal, seguimos al Capitán Linares, un español republicano exiliado tras la Guerra Civil, que, paradójicamente, y tras haberse alistado en la Legión Extranjera Francesa, acaba enfrentándose a otros militantes comunistas que pretenden la liberación de la Indochina Francesa; después de un ataque en la jungla, inexplicablemente, se despierta en un hospital de Barcelona durante la Guerra Civil... Y no revelemos más. En la segunda línea temporal, por otro lado, seguimos a los soldados Delgado -un colombiano alistado de manera voluntaria en el ejército norteamericano- y Armstrong -un joven recién llegado no demasiado convencido de estar donde está-, escogidos ambos para una misión de alto secreto en territorio enemigo en compañía del estricto Capitán Robbins y el soldado Pato Donald, del ejército survietnamita.
Cuando entrevisté a Antonio Rojano, le pregunté sobre su método de trabajo, a lo cual me respondió: "[…] parto de una idea inicial que se refiere a un universo o un género concreto y después se suma la cuestión biográfica que permita que aquello se desenvuelva, mi apuesta personal; además, suelo añadir una cuestión política o social que me interese en ese momento […], consiste en tener un elemento A y un elemento B y luego generar una elipsis para unirlos". Este esquema, que, como él mismo confesaba, suena excesivamente complejo, encaja a la perfección cuando se disfruta de la lectura de Nací en el Norte para morir en el Sur, que aunque fue escrito en 2010 durante una beca de residencia en el Royal Court Theatre de Londres –y reescrito varias veces hasta 2013- no ha sido publicado hasta octubre de 2016 por Ediciones Invasoras. Rojano contaba que de sus textos "aparecen híbridos bastante peculiares e inesperados"; y efectivamente, así es. Así, en Nací en el Norte para morir en el Sur, el autor consigue conectar las guerras de Indochina y la Guerra Civil Española y salir airoso de ello con maestría, cruzando diametralmente su historia con un potente elemento místico: las piezas de su esquema estructural van posicionándose con un ritmo ágil y dinámico; un ritmo en el que ambos relatos, conformados por diálogos mordaces y monólogos líricos y donde lo real y lo imaginado se confunden, se intercalan hasta abrazarse armónicamente en su atractivo epílogo.
La labor de documentación histórica del texto es palpable y muy acertada. No deja de llamar la atención cómo todo lo relacionado con la Guerra de Vietnam, a pesar de ser completamente ajeno a nosotros, resulta cercano y casi parte de nuestra propia idiosincrasia española; en ello, sin duda, ha tenido mucho que ver la globalización y la americanización de la cultura. Y por ello, no es extraño que las imágenes de Platoon o Apocalypse now se me agolparan en la retina mientras recorría el texto, recreando, a la vez, las desventuras de un español en aquel ambiente hostil y extraño. Es por eso que, quizá, lo más llamativo de Nací en el norte para morir en el sur –el tatuaje de los Voluntarios de la Muerte del Viet Cong- es que interpela a los relatos olvidados, a aquellas que han quedado en los márgenes más borrosos de la Historia; pero no se queda aquí, pues, volviendo a interpelar los límites, también lo hace con el propio espíritu del teatro: en el texto, se juega con los recursos dramáticos, haciendo uso de los flashback y los flashforward, sin miedo a las digresiones y propagando personajes, espacios, tiempos, escenas… De esta forma, lo que en principio puede parecer nimio dentro de la historia, adquiere un significado vital en la obra. "Lo olvidado", en dos niveles distintos, es protagonista de Nací en el Norte para morir en el Sur.
En definitiva, Rojano ha compuesto con este texto un ejercicio muy arriesgado; un ejercicio que es carne de escenario y que ofrece a cualquier director unas posibilidades teatrales, como mínimo, muy jugosas. Yo, por mi parte, espero estar cerca de la primera fila cuando este texto se materialice en escena.
Para más información sobre Antonio Rojano, esta entrevista de junio de 2016.
NACÍ EN EL NORTE PARA MORIR EN EL SUR
Autor: Antonio Rojano
Editorial: Ediciones Invasoras