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  • Foto del escritorRedacción

Sufrida Calo posee a Elena Lombao



Sufrida Calo

"Nunca pinté sueños, pinté mi propia realidad" (Frida Kahlo).

Ataviada en unas blancas enaguas, como renaciendo, Su-sana nos presenta su transformación a Su-frida. Arropada por una cortina de humo y tras una ventana con cristales de tul, Susana va enfundándose con un tempo perfecto en un huipil, toma con suavidad las flores que coloca en su cabeza, guarda con inquietud el elixir de estramonio que la ayudará a cruzar esa ventana y aparecer en un espacio no definido, en un haz de luz puntual.

Con la inocencia de una niña y con un perfecto gallego se presenta, sin saber dónde colocar exactamente su mirada, ¿arriba o… abajo? pregunta y pregunta, hablando rápido y nerviosa “yo nerviosa soy muy peligrosa” repite sin descanso, grita, susurra e incluso piensa, cuestionando y cuestionándose a quién habla ¿Es Dios, un juez, un rey, un hombre, una mujer, una vaca?… “ yo, yo aprendí a trepar a los árboles para pasar desapercibida”. Así comienza el viaje de Sufrida Calo.

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Actriz

"Sufrida Calo es la emoción que no estamos entrenados a escuchar".

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Más adelante aparece la tercera pierna que ayuda a Susana en su cojera, en la que se sustenta como si de un bastón se tratara. Filomena de Torbeo arrasa en el escenario como su representante, metáfora muy bien traída para presentarnos la necesidad de ser productos vendibles. Esta hechicera sabe la fórmula para sobrevivir en la cruel sociedad, sabe el “truco” para que tod@s te amen, los pasos que hay que seguir para venderte bien, es muy fácil… “Sufrida Calo, un nombre con gancho, no hace falta que hagas… nada, solo firma y a triunfar” pero… ¿el éxito es ser rara?

Curiosa la forma que tenemos de sobreponernos a las desgracias. La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, en el caso de Sufrida Calo su resiliencia se llama Filomena y le viste de colores para que no desaparezca del todo.

Antonio Sotuela es su amor adolescente, del que Susana ha guardado sus miradas, al que se agarra porque es el único que la vislumbra bajo Sufrida, pero al igual que le sucediera a Frida Kahlo con Diego Rivera, Antonio se juega su corazón y lo tira por la ventana al abismo.

Y luego está la música. Compañera de su caída a la tierra de su vuelta al mundo de los “vivos”, pegada a Sufrida como esa doble sombra que aparece en ocasiones y de la que no sabes su origen. Ésta música tiene forma de guitarra a la que Susana se dirige diciendo: “tú suena que yo te sigo” y entonces… Elena (Sufrida) despliega su soberbia voz en forma de ranchera y explica, con bastante humor, que no sabe bien cómo siendo gallega canta en mexicano, sólo sabe que le sale de dentro…

En una de las canciones más bellas de la obra, Sufrida llama a la “Autoestima”, la invoca como si de un grito desesperado se tratase aludiendo a que “se puede cantar lo que llorar no se puede”, esta maravillosa canción tiene además que está compuesta por la misma Elena Lombao.


Elena Lombao y Borja Echeverría

Elena Lombao y Borja Echeverría

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Director

"Sufrida Calo es surrealismo rural. Es la imaginación en bruto".

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La tripolaridad del personaje es lo más magnético del montaje, que al igual que Frida Kahlo, te atrapa sin piedad. La fuerza mezclada con la debilidad que Frida expresaba en sus lienzos, es la misma que te hace empatizar con Susana-Sufrida-Filomena.

Un suceso que marca a una niña de tan solo 8 años, un pájaro negro que la persigue y a la vez la eleva en su sueño de volar, escapar, resurgir, olvidar… personalidad sin definir, preguntas sin respuesta…


Sufrida Calo

La obra tiene momentos brillantes, que por supuesto NO voy a desvelar. Así que vayan señor@s, vayan a disfrutar de teatro con Elena Lombao.

Elena

Una actriz con carácter y raíces a tierra, con una vis cómica envidiable, que te mira a los ojos directamente y te atraviesa. Hablando con ella mientras se cambia en el camerino me confiesa, no sin cierto reparo (quizá aprendido de una sociedad que te empuja a la perfección continuamente), que sigue investigando en el personaje cada día y que está buscando constantemente, sin saber, que fueron precisamente esas palabras las que más me enamoraron de ella. Porque eso es el teatro para mi, algo vivo, algo presente. Me incita para que le cuente, para que le haga cuestiones sobre el montaje y pienso que eso la hace más grande como actriz si cabe, su humildad para recibir preguntas de las que admite, entre risas, que no tiene la respuesta de todas… y sigue creciendo frente a mi haciéndose cada vez más interesante. Se ve de lejos el amor que tiene al teatro y con el cariño con el que se sumerge en este personaje.


Elena Lombao

Elena Lombao una actriz todoterreno, arriesgada, comprometida con su trabajo y que defiende, desde donde puede, el respeto a esta profesión. No podemos evitar hablar de la situación actual, de las veces que le han dicho: “…nos encanta… pero es que es muy difícil de vender…”. Y coincido totalmente con ella, quizá por la experiencia vivida, este “tipo” de teatro que se han empeñado en llamarlo OFF, sin saber muy bien cual es la línea y criterios (espacios, temas o simplemente cabezas de cartel) que se siguen para separarlo del ON, es NECESARIO y basta de tratar de hacer desaparecer la conciencia crítica en el público con obras que se “venden bien”. Me preguntas ¿cómo se vende?, apostando realmente, dando tiempo a las obras a que respiren y crezcan, no teniendo en la cabeza que es una serie de televisión que depende del share, el teatro se hace lentamente, como un buen cocido, sin prisa observando el chop-chop del caldo, admirando el proceso de creación como en un buen bordado, mimando el color de cada hilo, escuchando con detenimiento el sonido de l@s palilleir@s… para poder compartir con el público TIEMPO y PALABRAS.

Me quito el sombrero ante ti Elena y ante el trabajo del equipo que esta detrás. Lo recomiendo, porque es diferente y sobre todo porque es muy bello. SUFRIDA CALO, SUSANA CALLALEDO, FILOMENA DE TORBEO pero sobre todo ELENA LOMBAO gracias por compartir conmigo vuestro universo.

#GRACIAS al personal de los Teatros Luchana.

SUFRIDA CALO

Dirección: Borja Echeverría y Elena Lombao Dramaturgia: Elena Lombao y Borja Echeverría intérprete: Elena Lombao

Iluminación: Marino Zabaleta Escenografía: Las Grotesqués Vestuario: Tatiana de Sarabia Diseño gráfico: Riki Blanco

Producción: Las Grotesqués

TEATROS LUCHANA. MADRID

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