top of page
  • Foto del escritorNacho León

'Cuerdas': 'Road play' de altura


Cuerdas

Cuando hablamos de “Road movie” (literalmente del inglés "película de carretera") nos referimos al género cinematográfico que engloba a películas cuyo argumento se desarrolla a lo largo de un viaje. Sin embargo, este género está poco representado en teatro, o quizás simplemente no categorizado. Pero si tuviéramos que catalogar esta pieza, sin duda podemos referirnos a ella como “Road play”.

Tres hermanos, hijos de un reputado funambulista, embarcados en una aventura para ver el último y definitivo show que su padre brinda al público antes de retirarse del mundo del espectáculo. Con este punto de partida, La Kimera Teatro nos presenta Cuerdas, texto de la dramaturga mejicana Bárbara Colio, premiado en numerosas ocasiones, y muy representado en diferentes países de Europa y América, proyecto capitaneado por Juanma Gómez, director joven pero con largo recorrido.

La obra nos sumerge en una búsqueda continua, en la que los personajes se encuentran perdidos, cada uno en su propio limbo personal, tratando de encontrar no solo a su padre, sino también a sí mismos, su identidad, y su lugar en el mundo. Tres personas sin relación alguna entre ellas, con caracteres opuestos, sin mayor conexión que la propia sangre que corre por sus venas. Estos puntos de vista divergentes (respecto a su padre, el amor, o la vida misma), sumados a la situación de expectación e incertidumbre permanente a la que se ven sometidos, provoca las mayores controversias y choques, en un juego de oposición de personalidades que recuerda mucho a la archiconocida Arte de Jasmina Reza.

La propuesta escénica exprime al máximo la convención teatral, realizando numerosos cambios de espacio con tan solo tres sillas blancas; tres sillas, que nos trasportan a una sala de espera de un aeropuerto, el interior de un avión, o las gradas de un estadio. Un montaje que, sin duda, podría realizarse con muchísimos más medios, mobiliario y aparato técnico, pero que sin embargo no necesita nada de esto para llegar a su esencia. Porque en este caso, la esencia es el texto, el conflicto de los personajes, entre ellos y consigo mismos, y su catártico viaje; todo lo demás, es secundario.

El trabajo actoral es la base del espectáculo, en el que los personajes se embarcan en un viaje de discusiones, recuerdos, contradicciones, sentimientos encontrados, deseos y rencillas enquistadas, movidos por un padre latente, que ejerce de catalizador de toda la acción. A este respecto, las interpretaciones son convincentes, con buen oficio por parte del elenco que le da a la función una estructura sólida.

De forma general y en todos los aspectos, el montaje raya a buen nivel, sin estridencias, aunque quizás demasiado correcto en cada una de sus facetas, echando de menos algo de riesgo, alguna nota discordante, que nos saque de nuestra zona de confort en la que plácidamente nos instalamos al verla. Porque Cuerdas, es sin duda una obra para disfrutar, para reír y llorar, pero sin excesos, con media sonrisa y mirada tierna por momentos, que deja un buen sabor de boca al espectador al finalizar la función.

CUERDAS

Autora: Bárbara Colio

​Director: Juanma Gómez

Intérpretes: Pablo Castañón, Héctor González y Miguel Rascón

OFF DEL LARA. MADRID

47 visualizaciones
bottom of page