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Carta al Teatro


Querido teatro que adoro y odio tanto: hoy es tu día. Un buen día para hablarte de todas las noches que me has tenido sin dormir, a veces sin tú saberlo; de los momentos que llevo grabados a fuego a lo largo de nuestra relación, los sublimes y los menos agradecidos, que tú y yo, como todo buen matrimonio, hemos tenido.

Hoy es un buen día también para echarte en cara todos esos instantes en los que he tenido que estar a tu lado sin querer, o esa capacidad que a veces tienes de mezclarte con tanta mediocridad. No sé de donde la has sacado. Pero lo que me sigue fascinando de ti, lo que me emociona, aún hoy, es cuando se produce esa comunión mágica, mística, eterna entre todos los que te rodean, los que están a oscuras y los que están en la luz.

Es por esos momentos -cada vez más escasos, cada vez más valorados- por los que te sigo adorando, casi idolatrando, y aguanto tus soberbias, tus desplantes, que parezca que te olvidas de mí o que me relegas a tus últimos capítulos. Por uno de esos momentos mágicos -donde se puede escuchar el eco de la primera palabra que Tespis dijo en un escenario, y se adivina la última que el último intérprete pronunciará alguna vez, en un futuro muy muy lejano que nunca llegará- yo, te perdono todo. A veces, no eres lo que más me ayuda, y he llegado -lo reconozco- a maldecirte.

Pero,- ¡oh, teatro!- no es que estar a tu lado sea lo mejor; es que tenerte lejos es insoportable. Siempre tuyo, porque todos los días son tuyos. Feliz día, Teatro.



Juan Bey

Actor, dramaturgo y director natural de Bilbao. Comienza sus estudios de piano, solfeo, armonía y canto coral en Bilbao, y se licencia en Arte Dramático por la Universidad de Kent at Canterbury con honores de primera clase. Apasionado del teatro en todas sus disciplinas, intenta seguir aprendiendo y disfrutando del teatro en todas sus vertientes.

Más información en su página web.

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