Según la mitología griega, Pandora fue la primera mujer creada por Zeus, a modo de castigo hacia los hombres, y a la que regaló una caja que contenía todos los males del mundo. Por supuesto, Pandora, a la que se le había dado el don de la curiosidad, destapó la caja, o ánfora en este caso, llenando al mundo, y a los hombres, de desgracias. Con esta, y otras excusas de origen religioso o mitológico, la mujer ha sido sometida, sojuzgada y relegada a un segundo plano en la historia, al punto de ser una "mera comparsa de los hombres".
De esta universal injusticia nos habla La primera mujer en la tierra, de La Smorfia Teatro, compañía que hace una valiente apuesta por el teatro de fuerte carga textual, y que tiene como protagonista a Pandora, a la que se le concede la inmortalidad, y de esta forma, nos acompaña en un viaje sobre la evolución del papel de la mujer en la sociedad, desde su nacimiento hasta la más estricta actualidad.
No es esta obra un alegato más por la igualdad femenina, ni una denuncia de las injusticias sufridas en el transcurso de los tiempos; es algo más. Es un ejercicio de reflexión desde la empatía. Es un vernos reflejados nosotros mismos, sentirnos identificados, y hacernos pensar si, realmente, algo ha cambiado en todo este tiempo. Algo que, sin duda, sería imposible sin la brillantez de Rosalía Castro, la actriz protagonista (y única) de este montaje.
Aunque la actriz comienza interpretando con un tono aleccionador y cantarín, habitual en las obras de teatro infantil, pero también desgraciadamente común en actores del teatro adulto, pronto entendemos que está justificado por el desarrollo de la pieza. Tras este comienzo, su interpretación se vuelve camaleónica, fluida, sutil, llena de matices, capaz tanto de hacer reír como de emocionar y de hacernos partícipes de cómo se vive desde dentro, desde las entrañas de una mujer, el devenir de la historia. De su historia.
Destacar también la fundamental labor de dirección, que nos propone una puesta en escena original, atractiva, que capta la atención en todo momento, con mucho ritmo, llena de detalles y de imágenes sugerentes, cerrando el espectáculo en un círculo perfecto. Si bien algunas transiciones entre escenas chirrían por lo brusco, pues en alguna ocasión sacan al espectador del ambiente creado, es algo que seguro se pulirá a poco que el espectáculo esté algo más rodado, haciendo que la maquinaria escénica esté un poco más engrasada, si cabe.
Destacar que esta es una obra integral, en el que la música, y especialmente la luz, juegan papeles fundamentales a la hora de crear ambientes, y de hacer cómplice al público. También los elementos escenográficos y de atrezzo, que son pocos pero muy simbólicos, a los que se les da un uso inteligente y sugerente, en un espectáculo que no necesita nada más.
Sin duda, una opción más que recomendable dentro del saturado panorama del teatro off madrileño.
LA PRIMERA MUJER EN LA TIERRA
Autor: David San Juan
Adaptación y dirección: Germán Torres
Intérprete: Rosalía Castro
Vestuario: Paola de Diego
Iluminación: Nacho Arjonilla
OFF DE LA LATINA. MADRID