Usando como metáfora las diferente fases de un escarabajo y de cómo puede ir desde uno pelotero, que arrastra su propia mierda, a convertirse en el escarabajo dorado de los egipcios, La belleza del escarabajo nos pone de manifiesto lo que está ocurriendo en la sociedad actual con respecto al canon de belleza.
Parte desde la propia infancia y los mensajes ocultos que se esconden tras los cuentos infantiles, la presión social por llegar a tener una imagen ideal, la cirugía estética o la vejez.
Una pieza teatral interpretada por cuatro actores que se desenvuelven con mucha frescura y nos cuentan en diferentes escenas estos mensajes.
Desde el primer momento, donde se nos muestra con un simple plástico un escarabajo, compuesto por los cuatro protagonistas, resulta fácil dejarse envolver por esta propuesta. Aún haciendo una crítica a la belleza establecida, no deja de estar presente durante todo el tiempo. Cuidan mucho de la estética y los cambios de escena son rápidos. Actores muy buenos interpretando un texto claro y fluido mezclado con muy buen trabajo corporal.
Una propuesta diferente de la que sales con muy buena sensación, a pesar de ser una crítica a la belleza establecida. Consigue conectar con esa otra bella no establecida, con esa belleza interna que no tiene forma, y que tan solo se siente o se transmite a través del arte, y sobre todo del arte hecho con buen gusto y armonía.
Dramaturgia: creación colectiva
Textos: Raúl Rustarazo, Asier Andueza, Enrique Gimeno, Nicolás Gaude, Gustavo del Río y Juan Caballero
Dirección: Gustavo del Río
Intérpretes: Juan Caballero, Nicolás Gaude, Enrique GImeno y Ana Petite
Coreografía: Nicolás Rambau
Espacio escénico: Pablo Menor y Lydia Garvín
Producción: Sudhum Teatro
NAVE 73. MADRID.