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Una fiesta, un festín



El día que Chéjov bailó con Elvis

Alberto Anaut (guitarra y voz), Jesús Rodero (contrabajo) y Diego Gutiérrez (batería) nos reciben con una suave jam de rock ´n´roll. Los espectadores hacemos corro, la función va a comenzar… pronto, no tardaremos en darnos cuenta que estamos ante un, para entendernos, formidable Grease decantado en music hall para ingenuos resabiados, para adultos adolescentes.

Así, con fluidez y naturalidad, se deslizan ante los ojos del espectador cuadros de agridulce humor chejoviano y no, no estamos en la Rusia finisecular sino en una época igual de ambigua, inasible y transitoria, la estadounidense de 1960, antes de, por así decirlo, el Gran Diluvio de la Modernidad.

La banda da el disparo de salida con el significativo Caravan de Duke Ellington y se inicia un diálogo plagado de ingenio (digno del de Groucho y Chico en Un día en las carreras) y soterrada amargura entre un ama e institutriz , esculpido por Diana Torres y Begoña Caparrós, que bordan el capricho de la señora y la humillación de la segunda. Como en una especie de juego de espejos, a lo largo de la obra, ambas se intercambiarán dando vida a un duelo de comprensiones y desdenes mutuos entre una esposa humillada y a una amante empoderada.

No serán menores los vínculos que tejerán padre (que clava un desconcertado Miguel Ángel Bueno e hijo (un Víctor Muz plano de entusiasmo elvisiano) mientras les acompaña, paradójicamente, un dulcísimo y ambiguo Hound Dog que Gisela Novais les susurra.

No será lo último que sabremos de ella ya que se convertirá -interpretando un I feel pretty (BSO West Side Story) que parte de la parodia para desbordar sensualidad- en coprotagonista de un juego de seducciones con Begoña Caparrós.

Y no contenta con ello trazará junto a un vulnerable Miguel Ángel Bueno y un exultante David Fuoco, (en el papel de un seductor condescendiente, a quien escolta un certero walking bass) los tres vértices de un triángulo tan pleno de aristas como de humanidad que culmina en un asombroso You made me love you cuajado de resignación, dulzura y serenidad.

La función es un auténtico y deslumbrante festín del que cabe hacer responsable a David Planell, que ha sabido mantener en equilibrio y armonía todos los platos de este formidable festín que acaba con todos, actores y público, bailando y cantando a los sones de un arrebatador My baby left me.

Como no podía ser de otra manera.

Ya lo dije: ¡un festín!

EL DÍA QUE CHÉJOV BAILÓ CON ELVIS

Versión y dirección: David Planell

Intérpretes: Begoña Caparrós, Gisela Novais, David Fuoco, Miguel Ángel Bueno, Diana Torres y Víctor Muz

Dirección musical y asistente de dirección: Gisela Novais

Músicos: Alberto Anaut (guitarra y voz), Jesús Rodero (contrabajo) y Diego Gutiérrez (batería)

Vestuario: Gloria Rodríguez y Mafé

Escenografía: Rocío Peña

OFF DEL LARA. MADRID

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