No hay un lugar más idóneo que la habitación de un piso como La Pensión de las Pulgas para recrear la atmósfera irrespirable de esta función. Es el escenario idóneo para recrear la asfixiante vida de estos personajes. La palabra “entrañable” se define según el DRAE* como: “íntimo, muy afectuoso”, a mí me gustaría cambiar la acepción de esta palabra y definir a estos personajes como entrañables pero en el sentido de la palabra “entraña”, porque son eso: son “la cosa más oculta y escondida”, son “la parte más íntima de una cosa o asunto”, son “cada uno de los órganos contenidos en las principales cavidades del cuerpo humano y de los animales”. Son animales oscuros, heridos tirando por una cavidad del intestino del prójimo, sacando cada centímetro poco a poco...
Utilizando un símil culinario los actores van echando en la olla a presión, en la que convierten la habitación, los diferentes ingredientes, la tapan y ponen al máximo el fuego para producir una explosión final que se lleva todo por delante.
En un ejercicio textual formidable, Alberto F. Prados desgrana este triángulo, suministrando poco a poco la información, manteniendo al espectador a la expectativa y en continua tensión, consumiendo el oxígeno de la sala, asfixiando hasta casi el límite el ambiente. Sencillamente magistral.
El elenco, interpreta perfectamente las relaciones interpersonales entre personajes, nos hacen ver, sentir, experimentar y masticar cada una de las sensaciones que van creando con sus palabras, gestos y miradas.
Si estás buscando, como espectador, una obra que te haga sentir una montaña rusa emocional esta, sin duda, es tu obra.
*DRAE: Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Dirección: Alberto F. Prados Ayudante de dirección: Juanma Martínez Dramaturgia: Alberto F. Prados Intérpretes: Mauricio Bautista, Isabel Ampudia y Sergio Pozo Producción: Inma Durán Vestuario: Sandra Campillo Fotografía: Chus Blázquez Maquillaje: Marcela Bruna Música: Cía Campillo y Anxo Seco
LA PENSIÓN DE LAS PULGAS. MADRID