Hay que admitirlo: la perspectiva de presenciar una comedia musical protagonizada por Tejero esboza una sonrisa al ser más sombrío y melancólico. Y es que, 35 años después del 23-F, Tejero se ha convertido en un icono pop de esta nuestra sociedad posmoderna. Responde esto también inequívocamente a la idiosincrasia española, va con nosotros reírnos de todo, lo humano y lo divino; y el golpe de estado del 81 no podía ser menos.
23-F, la versión de Tejero aprovecha de forma muy inteligente todos los huecos que a día de hoy siguen existiendo sobre ese momento tan icónico de la historia española; no se trata de parodiar el 23-F, que también, sino de crear situaciones cómicas, canallas y alocadas a partir de lo que no sabemos. Recordemos que, en 2016, el sumario del 23-F, como bien se recuerda en la función, sigue siendo secreto.
Así pues, se nos muestra un Tejero (estupendamente interpretado por Pepe Macías) vulnerable y frágil, completamente convencido de ser el nuevo Cid Campeador, un paladín al servicio tan solo de España y su salvación; un personaje que, a fin de cuentas, responde perfectamente a eso que llaman “la banalidad del mal”. Y lo cierto es que resulta hilarante. Por el escenario, además, desfilan toda clase de personajes vinculados al momento que nos atañe: guardias civiles desconocedores de lo que está ocurriendo, una periodista presente en el hemiciclo, Milans del Bosch, Juan García Carrés, el Rey Juan Carlos I, Carmen Díez (la mujer de Tejero) y sus croquetas, Sabino Fernández Campo, la Reina Sofía, Adolfo Suárez…, con el personaje siempre latente del Elefante Blanco. Son encarnados todos estos por Lara de Miguel, Nacho Vera y Pedro Santos de manera brillante; los actores cantan, bailan, tocan los instrumentos y se dejan la piel en el escenario para regocijo del respetable, que se ve irremediablemente arrastrado por las gamberradas escénicas del espectáculo. Para mi retina, quedará siempre Pedro Santos interpretando a Juan Carlos I al más puro estilo Elvis (“el gueeeeeey”); o Nacho Vera, interpretando a Juan García Carrés, saltando y revolviéndose como un descosido mientras grita: ¡ANTONIOSSS!
Acompaña a toda la labor interpretativa una dirección impecable; un texto ácido y delirante; una escenografía sencilla, funcional, pero que no necesita más, pues está acompañada en todo momento por elementos de utilería excelentemente escogidos (totalmente psicodélico el momento “elefante blanco”); y unos momentos musicales que permiten a Carla Guimarães (co-autora del texto) y Pepe Macías aprovechar el género musical, en muchas ocasiones carente de compromiso, como herramienta para contar su historia. Solo el que la música sobrepasara en volumen a las voces de los actores ensombreció algunos instantes; un aspecto que todo el público, conmigo a la cabeza, perdonamos con gusto a favor de su necesario trabajo.
23-F LA VERSIÓN DE TEJERO
Dramaturgia: Carla Guimarães y Pepe Macías
Dirección: Pepe Macías
Intérpretes: Lara de Miguel, Nacho Vera, Pedro Santos y Pepe Macías
Un espectáculo de Producciones Productivas con la colaboración de Cuarta
Pared
TEATRO DEL BARRIO. MADRID