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'El descanso de Caronte': Culminación de una intimidad



El descanso de Caronte

Adentrase en un “Acto Íntimo” supone dejar en el umbral de ingreso las reglas escénicas establecidas para participar del juego creativo, estar dispuesto a dejarse amar, odiar, sorprender, morir…

Santi Senso ha creado un género único que, con el pasar de los años, ha adquirido una solera genuina, apta para paladares receptivos y reveladora para aquellos que se inician en este viaje metafísico y metateatral.

"El descanso de Caronte" supone la culminación de una intimidad que ha recorrido habitaciones de hotel, salones, espacios cotidianos y termina invadiendo la atmósfera circundante para eliminarlos casi ejerciendo el papel de un arquitecto de estructuras efímeras que cobijan un tiempo y un espacio en el que todo parece realmente posible.

El público ingresa con expectación mientras una bellísima figura de ébano y marfil elige cuidadosamente quién realizará el tránsito a través de la laguna Estigia de la mano de Caronte. Su voz hipnotiza los sentidos, nos mece desde la consciencia de la fugacidad de la vida que nos han dado en préstamo y que tarde o temprano debemos devolver. Es entonces cuando el vórtice de aguas negras se alza, se vuelve carne y el inefable barquero mitológico hace acto de presencia dejando tras de sí el rastro de almas que no han pagado su tributo para merecer dicho tránsito.

Caronte está cansado. El peso de la historia pende de su cuello haciendo que la imagen de aquellos y aquellas que aceptaron o se rebelaron a la muerte se manifieste para revelar la prisión que supone lo eterno. Catarsis teatral y vida real se abrazan en una reflexión inevitable que alcanza su mayor expresión en la búsqueda de un digno sucesor que tome el relevo del remo del destino. El metal ha perdido su valor y aún así parece ser el único vínculo que sostiene al personaje en su labor, el público busca en sus bolsillos el pago que Caronte reclama pero la perspectiva de un día más de “purgatorio” hacen que el óbolo refleje los rostros de aquellos y aquellas que amó y se vio obligado a acompañar a los confines del Hades.

En la aceptación de este descanso reside el conflicto de este personaje, maravillosamente estructurado, que replantea al espectador su esquema de valores y su capacidad de percepción.

La muerte, presente durante todo el fluir del viaje, recrea las olas y el movimiento, infunde el viento que acaricia la embarcación, entona cantos de sirena que adormecen e invitan a un delicado e inapelable reposo. Caronte se convierte en Eros, que abraza a Tánatos reflejando las dos cuestiones que siempre han acompañado al hombre desde el inicio de los tiempos: amor y muerte.

El trabajo de Senso luce impecable. La encarnación del mito adquiere contemporaneidad y fuerza renovada acompañada de una expresión corporal fluida y coherente que no deja indiferente. La interacción con el público resulta magnífica al involucrar al espectador desde un plano más íntimo y cercano que lo hace libre de manifestar su pulsiones internas.

Cary Rosa Varona, en el papel de la Muerte, resulta refrescante y natural, con una gran elegancia escénica que complementa con grandes dotes de canto y en las que los instrumentos parecen extensiones de su propia anatomía.

No podemos olvidar comentar la fantástica estética y vestuario de la mano de Fede Pouso que acierta sin duda en el contraste de colores, haciendo que éste resulte mágico y transformador. El negro y el blanco se funde entre los actores dando lugar a todas las variedades posibles de gris, difuminando los contornos y unificándolos de forma escénica.

La escenografía se encuentra reducida a lo esencial y logra perfectamente el espacio para la creación de ambientes por parte del espectador. Sillas que se transforman en barca y bajan mecidas por aguas sonoras, lámparas de aceite que recrean templos subterráneos…

El Festival de Teatro Clásico de Cáceres, lugar de estreno, se enriqueció sin duda este año con la presencia de este equipo que nos transportó a los rincones más recónditos del mito para desmitificarlo y dotarlo de humanidad.

Una pieza consistente, con un texto sagaz y provocador de José Jesús Serrano que hay que experimentar sin duda alguna.

EL DESCANSO DE CARONTE

Dramaturgia: José Jesús Serrano

Dirección: Santi Senso

Intérpretes: Santi Senso y Cary Rosa Varona

Vestuario: Fede Pouso

Maquillaje: Sofía Baelo

Foto: Almudena Cadalso

Atrezzo: Juan Manuel Pérez Vinagre y Terracota Mérida

FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE CÁCERES.

12 de junio de 2015


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