No puede negar, ni renegar de la sangre que corre por sus venas. Ni ganas. Orgullosa de ser un eslabón de una estirpe, de gastar un ADN inmutable, de ser parte de una de las primeras dinastías de la escena hispánica. Es su privilegio y su prerrogativa. Es nuestro honor.
Dice que su familia está "ajardielada".
Es que el sentido del humor que tiene Jardiel y lo absurdo en sus obras está también en nuestra vida, yo podría contarte anécdotas que…
Cuente, cuente.
¡Vamos! ¡Ni se me ocurre! (risas). Además en un rato me tengo que ir al banco (risas) pero en nuestra vida tanto la forma de reaccionar ante determinadas tragedias que hemos vivido ante las que la gente reaccionaria, como es normal, llorando, berreando o tomando Lexatin ; pues nosotros no, nosotros lo vivimos todo "ajardieladamente".
Es que la personalidad de Enrique Jardiel Poncela es tan grande, tan enorme, que marca por por generaciones.
Dese luego que sí, no te quepa la menor duda. En mi casa hemos vivido todo desde el absurdo y el humor y vivir desde el humor te hace sobrevivir mucho mejor que desde el llanto.
Su madre, Evangelina, también tuvo una enorme personalidad y fue toda una superviviente. ¡Bueno mi madre! ¡Menuda loca mi madre!... Pobrecita, ahora está muy mayor y vive en una residencia porque tiene Alzheimer pero mi madre ha sido también una absurda absoluta.
De las que, como decía su abuelo, no soportan las personas y las situaciones "con sabor a bacalao a la vizcaína".
(Risas) Sí, son ese tipo de cosas y de expresiones que, sin querer, salen en nuestras relaciones y mucha gente no ha entendido nuestro tipo de humor y se ha ofendido muchísimo.
Me lo puedo imaginar.
Esos son los del bacalao, pero de lo que no se dan cuenta es de que quienes nos reímos los Jardiel es de nosotros mismos y eso desconcierta. Nos reímos de nuestras catástrofes, porque en nuestras vidas ha habido muchas.
Huevos con amor
La marca de la casa es coger un cliché o un lugar común, darles la vuelta, desactivarlos… y dejarlos en nada.
Que es lo que hacia Jardiel. Fíjate en Huevos por amor: la protagonista cuenta auténticas tragedias -porque no le pasa una cosa buena a la pobre mujer- pero lo cuenta a partir y sobre el humor.
Es que ves el escenario y piensas: esto es un drama neorrealista italiano, la silla de enea, los muebles de formica…
Todo hecho una mierda (risas).
Y usted aparece hablando del suicidio.
Que me sale muuuy mal. ¡Porque no tengo ninguna afición a suicidarme! Verás, cuando empezamos a hablar de la obra yo solo le dije a mi niño (sic) una cosa: "Todo tipo de tragedias, de acuerdo, pero con humor que es con lo que me identifico, ¿sabes?".
Y le hizo caso.
¡Más le vale! (risas). Y eso que el humor no está pagado en España. Aquí, a un actor o actriz cómico no se le da ningún valor y un actor dramático es como MUY IMPORTANTE. Además de ser muy difícil no todo el mundo lo puede hacer, ni puede aprenderlo, da igual que vayas o no vayas a una escuela. ¡Cómo no tengas vis cómica! Salvando las distancias, tener humor es como tener la voz de Pavarotti. Se la podrá educar pero tienes que tenerla. No se enseña en ningún sitio. Yo no podría jamás cantar como él porque no tengo la voz que es la base, yo tengo vis cómica.
Y por partida doble. Que además de Jardiel usted es Paso.
¡Ay mi padre! Era una persona con un enorme sentido del humor para la vida, con una gracia como mi tía Juana, su hermana. Es gente que no pretende hacerse la graciosa pero te sientas a hablar con ellos y te caes de culo de la risa.
Ya toca reivindicar su obra, que no hay comedia de situación, por otra parte, que no le fusile.
Es verdad, es un humor muy presente pero, en su caso, como se sigue mezclando la política con su obra, sigue estando completamente denostado dentro de años o años o años… Quizá… ¿sabes? Pero yo a lo mejor no lo veo.
¿No se han planteado nunca, como familia, estrenar alguna de sus obras?
Yo no soy heredera de mi padre, bueno, sí lo soy pero no tengo los derechos, solo un pequeño porcentaje. Los derechos los tienen otros herederos de mi padre.
¿Qué obra repondría si se diera la situación?
A mí me gustaría reestrenar Los pobrecitos o El canto de la cigarra. Bueno, en general, las obras de su primera época.
La más “seria”. No, no por seria sino porque era más reivindicativa, más social. Cuando empezó a triunfar los actores le pedían obras y él las escribía como churros y a medida. Esa etapa me interesa menos.
… Cuando tenía catorce hice una obra de él maravillosa que se llama La noche de la verdad, con un extraordinario personaje femenino. Pero si tuviera que elegir una sería, como te he dicho, La noche de la cigarra.
¿Y de su abuelo? Aún queda mucho por difundirse.
Sin duda Blanca por fuera y Rosa por dentro. Sin dudarlo.
Hace poco repusieron en la Sala Berlanga la versión cinematográfica de Lazaga con Esperanza Roy y José Luis López Vázquez.
Ramón ha hecho una versión maravillosa. Siempre estoy sacando el tema para ponerla en marcha ya que en ella hay un personaje de criada que me encantaría hacer.
…
El pañuelo de la dama errante, El sexo débil ha hecho gimnasia...
Con la que le quitarían la etiqueta de misógino de una vez por todas.
Es una obra magnífica. Pero… ¿sabes? … siempre hacen las mismas, Eloísa, los Cuatro corazones…
Que ahora vuelve a los veranos del Galileo.
Sí, aún no sabemos qué van a hacer con ella.
Hombre, está a cargo de Gabriel Olivares y eso siempre es una garantía.
Sí, hemos dado la autorización pero no se han puesto en contacto con nosotros para contarnos nada de nada de nada… unas cosas muy raritas.
Entiendo su prevención, hace unos años pusieron Un marido y, a pesar de que estaba Joaquin Kremel, que es un todoterreno…
¡Y yo también estaba! ¡Y destrozaron la obra!
También estaba en el último montaje de Un marido y su aparición fue deslumbrante.
La escena apenas duraba cinco minutos y hubo veces que me dieron una ovación.
Los habitantes de la casa deshabitada
Su presencia en las obras de Jardiel da credibilidad y autenticidad.
Bueno es que yo creo, modestamente, que sé hacer bien a Jardiel. A veces me siento incómoda porque parece que al dar los derechos imponemos que yo tenga que trabajar en la obra de turno y eso es algo totalmente incierto. Pero no se puede evitar que entre ese agobio, aunque creo que, por ejemplo, en el montaje de Los habitantes de la casa deshabitada, con Pepe Viyuela, me llamaron porque sé hacer a Jardiel y no todo el mundo sabe.
Es que como –salvando las distancias- Woody Allen, Jardiel tiene un universo propio con sus propias reglas y todo tiene que suceder con rigor de acuerdo a las mismas. Como lo definió Evangelina, su madre: "no es un mundo absurdo, es un mundo de fantasía".
Sí, para hacer Jardiel no sirve hacerse el gracioso o tomarlo a cachondeo, hay que hacerlo muy, muy en serio aunque tu personaje sea la loca más loca del mundo todo lo que está diciendo se lo cree y toma en serio y hay que interpretarlo sin juzgar la situación y con mucho rigor. No sé si viste la Eloísa que hizo Saza en el Español.
Eso fue en la época de Pérez Puig.
Sí, era uno de los montajes que hacia Gustavo, quizá respetando en exceso hasta la última acotación de mi abuelo, pero bueno, a mí me pareció que Saza era el tipo de actor que sabía hacer perfectamente a Jardiel.
Ese personaje voluntarioso y desconcertado, serio e ingenuo a la vez.
Sí, en las escenas con Saza yo pensaba: "Este hombre lo hace como tiene que hacerse. Como si le hubiera dirigido mi abuelo".
¿Usted también participó?
Sí, yo hice a Julia, un bombón de personaje que sale en el segundo acto y se lleva la obra de calle.
En la época de Gustavo Pérez Puig en el Español se cuidó mucho a Jardiel. Recuerdo un Carlo Monte en Monte Carlo espectacular.
Fui un montaje de lujo y no solo en su época en el Español donde celebró el centenario sino en todo momento. Toda la familia Jardiel le estamos muy agradecidos. Cuando nadie pedía a Jardiel, tanto Gustavo como Mara Recatero, su mujer, le montaban. Y Jardiel daba dinero, hay obras que se mantuvieron un año y medio en cartel.
Ahora ninguna obra aguantaría tanto tiempo. Ese es uno de sus disgustos con el panorama teatral de hoy en día.
Es que una obra que está funcionando y de repente…
…
Por ejemplo, lo que ha pasado ahora con Un marido. Se tenía que hacer durante dos meses, tanto si no entra nadie, como si el teatro está lleno. ¡Dos meses solo! Nos hemos ido del María Guerrero a teatro lleno. ¡Con lo que cuesta llenar un teatro! Así que, en el fondo, al actor le acaba por dar igual que se llene o no y pierde ese acicate, ya no siente "esa cosa".
Siempre queda la escena off.
¿Tú crees que los micro teatros y las salas pequeñas están ayudando al teatro? Una persona que no va nunca al teatro va al María Guerrero y se queda fascinado. ¿Es lo mismo que estar sentado en lo alto de un taburete en una micro sala? Aunque solo sea por el mero hecho de ver eso tan inusual como subir y bajar un telón… A mí como actriz me desespera el off pero como espectadora he ido a ver cosas que me han gustado mucho, como las obras de mi hijo, que escribe maravillosamente y no es porque sea mi hijo.
Hace un teatro muy agresivo.
Sí, es verdad. A mí me gusta mucho cuando escribe con ironía porque yo tengo una tendencia a que me guste lo cómico. Y hace cosas dramáticas muy bien hechas pero yo me aburro más.
Esto lo va a leer.
No lo quites, no lo quites, pero es que a mí el drama… Ramón maneja muy bien las formas teatrales. Ha heredado los genes de mi padre y de mi abuelo, cosa que yo no, yo no sé escribir ni una postal. Cada vez que tengo que escribir un mail me encomiendo a la Virgen del Carmen y acabo llamando por teléfono; me aburre muchísimo.
¿Y su padre qué pensaría de las obras de tu hijo?
Yo creo que ambos, su abuelo y su bisabuelo estarían orgullosísimos y yo, a veces, cuando leo sus cosas me quedo asombrada de cómo puede ser que la genética haga estás cosas aún saltando una generación.
Lo último que he visto es Jardiel en la checa.
Bueno, eso es de lo mejorcito que ha escrito. A mí me gustó muchísimo, muchísimo.
Sí, la función tiene un "aire" chejoviano, con los dos personajes dejando pasar la noche. El texto es muy contenido y sobrio, aunque la obra de Ramón, a veces, no lo es.
(Risas) Ni mucho menos (risas).
Una última duda: ¿El humor que da mucha lucidez a cambio de mucha melancolía?¡Hombre! ¡Claro! El humor es una forma de vivir la tristeza.
Retratos de Paloma Paso Jardiel: Brosson Talent Agency
Fotografía de Huevos con amor: María Jordán
Fotografía de Los habitantes de la casa deshabitada: Javier Naval