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Edu Ferrés (Improclan): "Si queréis ir al teatro a ver lo de siempre, no vengáis a vernos"



Edu Ferres

El 8 de Enero de 2012 empieza la andadura de Improclan. ¿De dónde nace la idea? ¿Cómo surge este proyecto? ¿Os lo regalaron los Reyes? ¿Un témpano de hielo os cayó en la cabeza y cuales Newton gritasteis “Improclan”?

Improclan nace a raíz de la unión de cuatro actores que tuvieron la iniciativa de generar un proyecto sin esperar una llamada. La idea surgió durante el montaje Mucho ruido y pocas nueces, versión dirigida por Juan López Tagle, en la que Juan Dávila y yo, que nunca antes habíamos trabajado el género de la impro, optamos por lanzarnos a la aventura sí o sí.

Para arrancar fue esencial la apuesta y confianza de Celia de Molina (Garaje Lumière), que nos programó cuatro fechas sin tener el espectáculo armado. Sí teníamos muchas ganas…

El elenco se completó con Nene (Juan Carlos Librado), con experiencia en el género, y María Hervás, compañera también en el montaje del clásico de Shakespeare. El 8 de enero de 2012 se unió nuestra técnico improvisadora, Area Martínez, al estreno de Improvisa, tío! y desde esa fecha, seguimos rodando un espectáculo que todavía continúa en la cartelera madrileña.

¿Qué balance harías del camino recorrido hasta hoy? ¿Seguís el lema de vuestro primer espectáculo?

El balance es positivo. Cada año damos un nuevo paso, a veces éste es mayor o menor que el anterior, pero lo importante es que siempre avanzamos. La intuición y el atrevimiento juegan un papel muy importante cuando se nos presenta la oportunidad, ya sea de entrar en un teatro, o de llamar a la puerta que haya que llamar. Hemos aprendido gracias a hacer y deshacer; las caídas o los errores nos han ayudado a crecer desde un lugar sano y siempre con cabeza (o al menos esperamos que sea así). Y hemos intentando aplicar el lema de nuestro espectáculo más allá de los escenarios. Improvisar siempre es un buen plan.

Háblanos de vuestro trabajo. ¿Cómo desarrolláis vuestros master-shows?

Con mucho humor. Nuestros espectáculos pretenden huir del exhibicionismo y buscar el riesgo y la complicidad. En nuestro modo de trabajar, el objetivo no es acertar, hacer la improvisación más técnica o demostrar una habilidad específica… el objetivo es caminar sobre la cuerda floja, arriesgar y que el público lo vea y disfrute con ello. Cuando toca crear un nuevo show buscamos esa idea a través de algo “novedoso”, de algo que no hayamos hecho antes y que nos provoque cierta inseguridad dentro de nuestra convicción. ¿Masoquistas? Puede.


Improclan

A día de hoy contáis con una cantera de tres espectáculos de artillería improvisadora en sólo dos años y con la colaboración de varios improvisadores. ¿Son buenos tiempos para la improvisación o el hacer malabarismos en la vida os impulsa a seguir haciendo equilibrios en las tablas?

Los tiempos no son “buenos” o “malos”, sino que se transforman; me atrevo a decir que son buenos tiempos para todo aquel que sepa seguir adelante cuando, aparentemente, está todo en contra. Improclan crece y funciona poco a poco, es algo que permanece. Cada uno de nosotros simultaneamos otros proyectos fuera de la compañía y, pase lo que pase, Improclan está ahí; es nuestro hijo, nuestro hogar. Hay muchas propuestas de improvisación teatral: todos tocamos la misma música pero lo hacemos de forma distinta, ni mejor ni peor. Nos encontramos en continuo equilibrio, porque de lo contrario estaríamos parados.

¿Qué aporta Improclan al panorama de las artes escénicas? ¿Dónde os situarías en la jungla de los escenarios madrileños?

Lo que puedo asegurar es que aportamos un equipo humano increíble. Somos más de 12 personas que nos juntamos para crear, para ver espectáculos, para comentar nuestra situación mientras comemos o tomamos unas cañas, ir a conocer nuestras propuestas en otros trabajos ajenos a la compañía, y saber "dónde" estamos cada uno. Además, buscamos siempre poder echar una mano. Sentimos que somos jóvenes como compañía y que aún nos queda mucho por aprender y hacer, pero estamos contentos por el lugar en el que nos encontramos; el Teatro Alfil se ha convertido casi en nuestra casa y, gracias a Yllana, llevamos más de un año girando por toda España. Así que lo dicho, un buen sitio.

La impro es un género que ha entrado a galope en los escenarios. ¿Qué opináis de la nueva era del comedy night?

La impro lleva entrando a galope 15 años, cada vez son más los asiduos que repiten semana tras semana a algún espectáculo de este tipo porque engancha. La comedy night se presenta de muchas formas distintas y estilos variados: monólogos, monólogos mezclados con impro, impro más pura, impro gamberra, impro musical, cabarets de pequeño o mediano formato y un largo etcétera. Hace falta reírse, cuantos más diversidad exista más posibilidades de consolidar el teatro dentro del ocio nocturno madrileño y de fidelizar al público.


Improclan

Háblanos del equipo. ¿Quién es la sal y la pimienta de este conjunto o, como en todas las buenas ensaladas, depende del condimento del día? ¿Alguna anécdota de vuestro periplo?

Como decíamos antes, somos más de 12 personas las que pertenecemos al proyecto Improclan. Los pilares de la compañía son sus miembros: Juan Dávila, Juan Vinuesa, Natalia Mateo y yo como elenco artístico, Víctor Serrano como jefe de producción y la indispensable Area Martínez como técnico improvisadora. Pero los pilares no son nada sin una buena estructura; año tras año la familia ha crecido y, por suerte, hemos podido formar un elenco de covers que aportan un aire fresco y diferente a nuestra forma de trabajar, y que está formado por Alicia Ledesma, Virginia Riezu, Álvaro Lafora y Quim Ramos. También contamos con María Mateo como ayudante de producción, Cristina Platas e Irene Soler como colaboradoras y con nuestro "espectador de oro" (ha venido a vernos más de 50 veces) Pablo Iván Fernández Barahona.

En cuanto a anécdotas… surgen cada día, quizás la más reciente sea la adopción de una perrita (Penny Lane) por parte de Natalia Mateo, y que ya casi parece la mascota de la compañía. Otra que nos gusta recordar, quizás porque tardamos un año en darnos cuenta, es la incorporación de Juan Vinuesa a la compañía, ya que empezó actuando como suplente y pasó a formar parte del elenco oficial sin haberle presentado como tal en ningún momento. Por ello, a día de hoy se encuentra en un limbo de identidad preocupante.

Sois una compañía con cuatro años de trayectoria y con el apoyo en la distribución y colaboración de Yllana. ¿Cómo ha marcado esto en vuestros juegos de improvisación?

La incorporación de Yllana a nuestro proyecto ha significado el poder salir de Madrid y llevar nuestro trabajo por todo el territorio nacional. Siempre hemos admirado su forma de trabajar y, sobretodo, su código (gestual). Prestamos mucha atención al control corporal en nuestros shows y estar tan cerca de semejantes maestros nos ayuda a enfocar nuestro ideal como grupo. Otro de los pasos que hemos dado gracias a la colaboración entre las dos compañías es el de profesionalizar nuestro trabajo: ya no somos sólo unos amigos que se juntan para improvisar y pasarlo bien.

En el año de vuestro nacimiento veníamos de una supuesta crisis. Después de cuatro años, ¿cómo lo lleváis? Y con el típico golpe del 21%, ¿hay mucho humor también en las cuentas?

Cuando empezamos no imaginábamos todo lo que nos iba a suceder. Seguíamos a lo nuestro a pesar de las trabas que nos encontrábamos, y esto no significa que hagamos oídos sordos a todo lo que está ocurriendo, pero creo que contamos con ganas y capacidad de adaptarnos a cada terreno de juego.

En cuanto el humor, existe incluso en las cuentas; empiezas a quitar tantos por ciento y por lo menos que te queden las risas, ¿no? Estamos apostando, nos encontramos en una continua inversión y confiamos en que venga lo que venga nosotros pelearemos por seguir dando guerra. Esto ya no se para.


Improclan

¿Qué creéis que os deparará el futuro? ¿Qué tenéis en mente? Sabemos que contáis con un extenso imaginario ¿Alguna premonición?

Creo que seguiremos creciendo, incluso Quim Ramos (el abuelo de la compañía). Actualmente estamos preparando un espectáculo muy novedoso y contamos con que eso nos permita seguir avanzando. Soñamos con un grupo igual de unido que ahora y con mucho público riendo y disfrutando cada noche.

¿Un último mensaje para nuestros lectores?

Si queréis ir al teatro a ver lo de siempre, no vengáis a vernos. Si queréis ser felices, adoptad un perro o un gato. Y sobretodo, para probar los mejores churros del planeta visitad la Churrería Generalife de Albolote (Granada).

Toda la información de la compañía en su página web Improclan.com

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