Juan Pastor se formó con William Layton y Arnold Taraborrelli, trabajó como actor de teatro, cine y televisión, con los directores William Layton, José Carlos Plaza, Adolfo Marsillach, Manuel Gutiérrez Aragón, Fernando Fernán Gómez, Josefina Molina y Juan Antonio Bardem, como director estrenó en salas como el Teatro MarÃa Guerrero, el Teatro de la Comedia, o el Teatro Español.
No le fue suficiente. En 2003 abrió el Teatro Guindalera para llevar a cabo el teatro que tenÃa en su cabeza y su corazón. Decidió seguir su camino. Va y lo cuenta.
¿Cuál fue la primera obra que vio que le impresionase?
Son recuerdos confusos: ¿El musical Hair? ¿Marat Sade de Marsillach? Ambos me hicieron pensar mucho durante dÃas…
¿Y el momento de "quemar las naves" y no mirar atrás? También son recuerdos confusos. A mis veintipocos años decidà dar un vuelco total a mi vida. Aunque por aquél entonces llevaba ya años haciendo teatro en un grupo aficionado, me planteé dedicarme por completo a esta profesión.
Estudió con los más grandes… He tenido la suerte de estudiar, en una época muy gris, con lo que más merecÃa la pena en nuestro paÃs de los años sesenta. Más adelante como la mayorÃa de los de mi generación, tuve que ir formándome a salto de mata y saliendo de España.
¿Qué autores fueron sus maestros?
Shakespeare y Chejov siempre han estado muy presentes como profesional y espectador de teatro. Siempre me han atraÃdo mucho los autores ingleses y rusos.
DefÃnase como actor, director, escenógrafo…
Solo soy un hombre de teatro con una inmensa pasión por mi arte y convencido de la importante función que el teatro debe tener en nuestras sociedades.
Dicen que es muy exigente.
Las exigencias se las impone uno mismo y vienen dadas por las necesidades de cada montaje teatral. Un esfuerzo individual para una creación colectiva. Todos estamos al servicio de una dinámica colectiva con distintos roles, naturalmente. La auto exigencia individual en una compañÃa teatral es muy importante.
Y un dÃa decide crear la fundación Asociación Cultural Escena Abierta.
La creamos con voluntad de ser un centro de creación teatral, con un estilo propio y unas caracterÃsticas que fueran un sello para sus producciones. Un estilo resultante de la búsqueda, la investigación, el trabajo sereno con un grupo de creadores que tienen muy en cuenta el entorno social en el que se encuentran.
Hace poco alguien me comentó que fue al Teatro Guindalera y que fue una experiencia única... Si suele suceder, la gente no se lo espera…
Pero, ¿qué es la Guindalera? Es una sala pequeña, unas ochenta localidades más o menos, según el montaje, que fundamentalmente programa espectáculos de propia producción con las caracterÃsticas que ya te he contado, y que ocasionalmente invita a otras compañÃas que de una forma u otra tienen que ver con nuestros objetivos.
El camino que ha elegido no es habitual: ni el teatro "comercial", ni el teatro publico. Creo que Guindalera se ha convertido en un espacio de culto con un público muy fiel, con un referente por la calidad artÃstica de sus producciones y por su modelo de gestión independiente. Un lugar que por sus caracterÃsticas propicia intimidad y cercanÃa. Esa cercanÃa se amplÃa al final del espectáculo, cuando los actores comparten con el público el ya tradicional licor de guindas de la casa como excusa para intercambiar comentarios sobre la obra e incluso pequeños debates ocasionales con grupos más organizados.
La Guindalera se compromete a "(Man)tener un compromiso con la elación de temas y autores". Solemos escoger textos sólidos, de autores consagrados o que nacen de una experiencia entre autor que colabora directamente con nosotros y los actores que participan en el proceso.
Y "A la calidad en la puesta en escena de las producciones". Nos tomamos muy en serio nuestro trabajo y nuestros colaboradores son profesionales con una experiencia ya acreditada. Pero fundamentalmente insistimos en el trabajo actoral. Para mà el actor es el centro de la creación y todo lo demás, en una puesta en escena, gira en torno suyo.
Y, además: "A fomentar la participación de los espectadores".
Siempre buscamos formas alternativas de producción que con el tiempo dejan de funcionar como es el caso del micromecenazgo porque, como en este caso, al no ofrecer estÃmulos la administración por ese tipo de colaboraciones, la gente deja de participar. TodavÃa estamos esperando esa ley del mecenazgo que puede ayudarnos de una forma u otra.
¿Hasta entonces? El Teatro Guindalera sigue un modelo de gestión independiente con el respaldo de su club de espectadores que gestiona la Asociación Cultural Escena Abierta y que brinda a sus socios la posibilidad apadrinar una butaca y con ello difundir el gusto teatral Guindalera… Promueve la participación de los espectadores organizando actividades paralelas: conciertos, coloquios, encuentros, presentaciones de libros, talleres de teatro, proyecciones de cortometrajes, cine fórum…
Duet for one
Duet for one es una de sus funciones que hace salir al público con lágrimas en los ojos. Es una hermosa obra que habla de la superación personal, la creación artÃstica y la búsqueda de renovados propósitos vitales. Estamos en escena mi hija y yo y está inspirada en las sesiones que la violonchelista Jacqueline Du Pré y su psiquiatra mantuvieron antes de su muerte, un verdadero "combate" con el humor más sarcástico, el lirismo más conmovedor y las explosiones más coléricas.
¿Cómo se consigue poner un nudo en la garganta? Conmover al público es parte de los deseos de cualquier artista como también el procurar una serena reflexión en el espectador sobre los temas tratados.
Hay muchos tipos de teatro. ¿Cual es el suyo?
Busco algo que vaya más allá del puro entretenimiento, aunque también es importante para mÃ. Casi siempre busco temas que hablen de la condición humana y planteen nuevos interrogatorios sobre el ser humano en el universo. Mi teatro busca una experiencia compartida presencialmente, que produzca un circuito de gran intensidad entre el actor y el espectador y donde lo privado y lo público se unan en una experiencia esencial. Además siempre intento que el resultado produzca en el espectador un placer para los sentidos y luego le lleve a una pequeña o gran reflexión.
Hay quien dice que su teatro, haga la función que haga, es, y siempre será, chejoviano. Soy un gran admirador de Chejov porque sin duda es uno de los autores fundamentales en la historia del teatro universal, su habilidad para comprender y retratar el complejo comportamiento del alma humana haciéndolo con un delicado sentido del humor mediante suaves pinceladas, pero me interesan también multitud de autores.
El juego de Yalta parte del archiconocido cuento La dama del perrito, un cuento en que, como un iceberg, los 7/8 de lo que ocurre en él está "por debajo" del nivel del mar… SÃ, la importancia del subtexto, que es como un rÃo profundo que fluye hacia el mar, más allá de de las mentiras conscientes o inconscientes de los personajes para llegar a su auténtica verdad.
El juego de Yalta
Poner en pie ese texto es un reto… Es muy difÃcil trascribirlo en unas pocas palabras. La obra explora aspectos del amor que penetran en el corazón y tocan el alma por el camino de la imaginación, un amor que se enfrenta a las convenciones, a la rutina, a lo vulgar, a lo mundano…, y lo hace de una forma tan exquisita… Termina siendo un auténtico placer para los sentidos y un inmenso alimento para el alma.
Y solo para dos personajes, la actriz, es una tal MarÃa Pastor con quien ya ha trabajado en otras ocasiones… SÃ, una inmensa actriz…, mi hija. No solamente tiene un gran talento para la interpretación, sino que domina una gran base técnica. Se ha formado de verdad para esta profesión tan compleja y tan poco valorada en su justa medida en este paÃs.
Me dicen que El juego de Yalta es su mejor montaje… Creo que conseguimos, entre todo el equipo, acercarnos un poco a lo que tanto Chejov, como Brian Friel, el autor de la adaptación, pretendieron al escribirla. Es una pequeña obra maestra, inmensa en su sencillez. De todas formas no sé si es mi mejor montaje…
A veces se "escapa" de La Guindalera. ¿Cómo surgió la colaboración con los Teatros del Canal?
Albert Boadella, director del Canal, conoce nuestro trabajo. Ha acudido varias veces a nuestras representaciones y respondió amablemente a nuestras propuestas. Hace ya dos años le sugerimos la posibilidad de presentar dos espectáculos en el mismo dÃa, La larga cena de Navidad y Odio a Hamlet, sobre todo para acceder a un público más amplio, para que Guindalera tuviera una repercusión más amplia. Fue todo un éxito y este año hemos repetido la experiencia con Tres hermanas de Chejov.
Ensayo de Tres hermanas
Tres hermanas en los Teatros del Canal , ha deslumbrado a crÃtica y público a partes iguales por su virtuosismo… La obra nos habla de la estupidez de unos personaje, por otro lado entrañables, que son incapaces de leer lo que sucede en sus vidas, sin ver las fuerzas que los destruirán, impidiéndoles alcanzar sus metas deseadas, y de la necesidad de un cambio ante la desesperación de un presente y la esperanza de un futuro mejor.
Es curioso que en un comentario predominante es que Tres hermanas ha parecido, muy actual.
La obra es muy actual, ofrece una reflexión sobre el presente más inmediato y que de una forma u otra nos afecta a todos. Pocas veces se ha utilizado más la palabra cambio, pocas veces se ha mencionado tanto la necesidad de que se opere ese cambio tan esperado para todos. También es muy notoria la incapacidad de nuestros lÃderes para generar ese cambio esperanzador y su estupidez e incapacidad para contribuir a que se produzca.
Es difÃcil etiquetarle en una sociedad que ama las etiquetas. Es verdad que malgastamos mucho nuestras energÃas quejándonos de nuestro entorno. Es verdad que me hubiera gustado haber desarrollado mi actividad en otro paÃs más sensible a nuestras demandas. No obstante siempre tenemos en cuenta nuestro entorno, valorando lo positivo sin ignorar lo negativo y permitir que nos sirva de estÃmulo para nuestro proceso creativo.
Una frase que he le leÃdo por ahÃ: " Nunca vamos donde quisiéramos ir sino a donde la vida nos lleva".
Cuando tocamos este tema siempre me acuerdo de Valle Inclán. El hubiera querido escribir grandes tragedias o inmensos dramas que interesaran a su público. Pero sabÃa muy bien en qué mundo vivÃa, por eso inventó un nuevo género más acorde con su realidad. Asà nació el Esperpento.
Otra: "Descubrimos que lo que sucede es lo adecuado". No sé si es lo más adecuado. Pero yo suelo aplicarme mucho esta frase: "Siempre es mejor lo que sucede".
¿Qué le gusta y que le disgusta de la escena teatral a febrero 2016 ¿ Que cambiarÃa, que mejorarÃa? Creo que la cartelera está dominada por la banalidad y una pretendida vanguardia de mÃnimo esfuerzo intelectual, llena de obras con planteamientos puramente comerciales. Hay que recuperar públicos sensibles e inteligentes. Se van dando pasos para cambiar el tipo de IVA, es decir, dejar de dar la quinta parte de la recaudación a las arcas públicas. Seguro que hay alguna solución , sin ir más lejos y, por poner un ejemplo, los toros tienen el 4 %...
El alto porcentaje del IVA ha destrozado por completo la muy raquÃtica industria teatral española. Nunca serán conscientes nuestros polÃticos del tremendo daño que han causado. Es un tema muy doloroso para comentar en pocas palabras…. ¿Y a partir de ahora? Proyectos en el cajón tengo muchos… Junto a la esperanza de que surjan los medios para poder ponerlos en marcha: Shakespeare, Chejov, Pinter, Wilder, Ibsen, Singe, algunos autores jóvenes españoles si están dispuestos a trabajar en un proceso de creación participando activamente en los ensayos…
En La gaviota, una obra de Chejov, un personaje, no cede… "…lo esencial no es la gloria, no es la notoriedad, no es lo que constituÃa mis sueños, sino que es saber sufrir. Debemos llevar nuestra cruz y confiar. Yo creo y no siento tanto dolor; cuando pienso en mi vocación no tengo miedo a la vida" dice Nina , ese personaje que a usted le suena.