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  • Foto del escritorNacho León

'Mi humo al sol': La fuerza de la contención


Mi humo al sol

Ya comenté en una reseña anterior el vínculo excepcional entre las ciudades de Mendoza (Argentina) y Madrid, a través de la iniciativa cultural El Puente. Y Mi humo al sol, obra que nos llega desde el otro lado del charco, es una muestra más de esa autopista teatral, en este caso llegando hasta el Teatro de la Vida, uno de los espacios más íntimos y a la vez más especiales de los que podemos disfrutar en el off madrileño. Desde luego, difícilmente encontraremos un escenario más apropiado para el montaje que nos ocupa, lleno de intimidad, y con un ambiente familiar, eso sí, enrarecido por las circunstancias de los personajes.

Solemos asociar el teatro argentino con una energía arrolladora, que en ocasiones nos choca porque nos sobrepasa, desde nuestro punto de vista europeo, donde en las tendencias actuales prima la contención y el monólogo interno, pura herencia más de un siglo después del maestro Stanislavski y sus seguidores. Pero este “exceso” se me antoja un cliché, un tópico que Mi humo al sol se encarga de desmentir. Las actrices Elena Schnell y Miranda Sauervein realizan un maravilloso trabajo de contención, con una energía desbordante que se mantiene en su interior, y se deja atisbar por parte del público gracias a detalles sutiles, gestos, miradas, y largas tiradas de texto que salen disparadas con precisión milimétrica. La complicidad entre ambas actrices es total, existiendo una tensión dramática palpable entre ellas desde el primer minuto de la función, que nos trasladarán su emoción durante el desarrollo de la obra.

La obra nos sumerge en la relación entre una madre y una hija que no han tenido contacto entre sí en mucho tiempo. Las circunstancias de esta situación, sus implicaciones, y todo lo que cada personaje ha cargado consigo durante tantos años, se nos va descubriendo poco a poco, sin prisas, como un tema para el que no hay palabras, creándose un vacío que ambos personajes intentan llenar con... más palabras. Palabras banales, sobre la vida de cada una, cosas insustanciales, pero con una carga enorme detrás, que se intuye, y se nos muestra de forma muy hábil. Y cuando ya se acaban las palabras que no dicen nada, cuando se llega a una situación límite, las verdades salen a borbotones, de forma cuidadosamente descontrolada, sin freno, revelando las realidades ocultas, hasta que el silencio vuelve a dominar la escena.

Estamos ante una obra de ritmo frenético, a pesar del tempo pausado por momentos, pues el ritmo viene marcado por la vida interna de los personajes, que está durante toda la obra a altísimas revoluciones. Sin embargo, cada detalle está tratado con mimo, como una obra de ingeniería escénica cuidada el milímetro por el director. Desde hace tiempo, debo reconocer que me cuesta ir a ver una obra de teatro, y sumergirme de lleno en ella, olvidarme de todo, no pensar en interpretaciones, luces, escenografía... Mi humo al sol me fundió con ella, y me hizo vivir en otra piel, otros ojos, y otra mente durante buena parte de la obra. Gracias.

MI HUMO AL SOL

Autor y director: Manuel García Migani

Intérpretes: Elena Schnell y Miranda Sauervein

TEATRO DE LA VIDA. MADRID

28 de febrero

De gira por España

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